Acuse de recibo
José Francisco Morales Valdés (Edificio D 11, apto. 15, Zona 7, Alamar, Habana del Este, La Habana) cuenta que el pasado 19 de mayo, en la madrugada, se produjo un apagón únicamente en su hogar. Bajó al gabinete de la electricidad, y el breaker de su apartamento se había disparado.
Lo reconectó y se restableció el servicio. Pero cada tres o cuatro horas volvía a dispararse. Lo reconectaba y volvía a dispararse. El 20 de mayo hizo el reporte al 18888… El 22 a las 11:15 fue el carro de la Empresa Eléctrica.
«Los compañeros, muy amables, revisan el breaker, el cual ha sufrido sobrecalentamiento. Y para asombro mío, la Empresa Eléctrica, la cual es responsable según contrato, no tiene breaker para realizar el cambio.
«La solución queda en manos del cliente: comprarlo a través de un particular. Ahora todo ese reglamento es violado por la propia Empresa, al hacer responsable al cliente de adquirir un artículo que corresponde a ella sustituir.
«¿Qué sucede si yo compro un breaker que no cumple las especificaciones requeridas? ¿Sería yo el responsable de cualquier incidente que ocurra al instalar el breaker? ¿Tengo como cliente que pagar un artículo que corresponde ser sustituido por contrato?
Si en el interior de mi casa sucede algún daño, ¿la Empresa Eléctrica no se hace responsable porque su responsabilidad llega hasta el reloj? Y yo como cliente sí tengo que hacerme responsable de comprar un breaker para proteger mis propiedades», concluye.
Raúl Lemourt Arceo (Calle Factor No. 771, apto. 5, bajos, entre Tulipán y Conill, municipio de Plaza de la Revolución, La Habana, se asombró hace unos cuantos días, cuando en la televisión directivos del Gas manufacturado (de la calle) en la capital referían que todo marchaba bien, y no se abordó un asunto que para él es inconcebible.
Significa Lemourt que cuando un cliente reporta un salidero de gas, lógicamente, la Empresa envía un inspector al domicilio, que determina la causa. Y si el salidero es proveniente del interior del hogar, le plantean al cliente que él debe buscar por su cuenta quién lo arregle, pues ellos solo se ocupan de las roturas de la red exterior, fuera de los hogares.
«Es un modo desconsiderado de eludir los problemas, afirma. Si la Empresa no tiene forma de solucionar estos problemas, ¿cómo considera que el particular puede resolverlo con facilidad? El servicio debe incluir las reparaciones dentro de las casas, eso garantizaría la seguridad», concluye.
Raul Díaz (Calle Rodríguez, No. 653, entre Manuel Pruna y Juan Alonso, Luyanó, Diez de Octubre La Habana) cuenta que en los años 90 la Revolución hizo una inversión para mejorar el servicio de gas manufacturado en ese popular barrio; pues las instalaciones y redes tenían muchos años y deterioro. Pero la Empresa de Gas Manufacturado no le dio terminación a la inversión.
«En mi casa y parte de Luyanó, afirma, seguimos con las redes viejas deterioradas, que se comunican unas con otras por pasillos y techos de las casas con tubos viejos muy deteriorados que producen interrupciones, salideros, olor a gas cada rato, con mucho riesgo y peligro de accidente.
«Este problema lo vengo planteando hace mucho tiempo a todos los niveles. La última vez fue el 29 de enero de 2021. En este caso, el nivel nacional lo envió al Ministro, el Ministro a la empresa provincial, la empresa al municipio. El municipio mandó a una inspectora y un funcionario, que revisaron y dijeron que en aquel momento no se podía hacer nada, que ellos regresarían. Y no han venido más.
«Quisiera que funcionarios o personas con decisión visitaran, investigaran, vieran y comprobaran los riegos que existen en estas áreas de muchas viviendas y grandes concentraciones de personas», concluye.