Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¿Su trabajo no es relevante?

Michel Daniel Prieto Infantes (Bijarú, Báguanos, provincia de Holguín) cuenta que desde hace ya un tiempo le presentó a la trabajadora social que atiende su comunidad el caso de su mamá, para comenzar el expediente con vistas a una cuidadora a domicilio. Y está inconforme con la respuesta dada.

Refiere que su mamá fue trabajadora del sector educacional por 44 años, desde que tenía 16. Y se jubiló, al tener la edad requerida y los años de servicio. Pero hace unos años comenzó a presentar problemas de los nervios, al punto de que su estado mental es preocupante. Ha sido atendida por especialistas en la provincia.

«Soy profesor de informática en una escuela, afirma. Gracias a esta Revolución logré licenciarme y luego hacerme máster. Soy militante de nuestro Partido Comunista, me desempeño como secretario de la comisión electoral de la circunscripción, en la cual estamos inmersos en el debate con las masas del proyecto del Código de las Familias (que aboga por el cuidado y la protección de las personas mayores).

«Pero cuál sería mi desilusión al informarme la trabajadora social que el expediente del caso para una cuidadora a mi mamá no procedía, pues por nuevas orientaciones o indicaciones de la provincia este servicio solo se les pondrían a casos de padres cuyos hijos tuvieran trabajos de categoría relevante (médicos, entre otros).

«Creo que la palabra desilusión es poca, añade. Me sentí una persona totalmente  excluida al tener un trabajo de maestro. Realmente no entiendo cómo puede ser esto posible en nuestro querido país, ejemplo y orgullo ante todo el mundo, al tener en cuenta el trabajo de una persona y no la situación de quien lo necesita.

«¿Será entonces que después de tantos años de luchas y conquistas de esta Revolución histórica no tengamos los mismos derechos por nuestra ocupación laboral? Realmente me siento disgustado, desilusionado y preocupado. Porque a pesar de que trabajo  relativamente cerca de mi casa no puedo estar saliendo de mi labor cada momento para ir a ver cómo se encuentra mi mamá, que está bajo tratamiento siquiátrico, que la mantiene un poquito sedada, pero no lo suficiente.

«Vivo solo con ella, pues soy hijo único, y realmente no puedo con todo esto. Espero sea valorado y analizado este caso y se me dé respuesta. Además, mi salario no me permite contratar una cuidadora por mi cuenta», concluye Michel Daniel.

Con los sellos timbrados también

El ansia de revender y lucrar con ello ya no tiene miramientos ni límites, al punto de que ha convertido en un jugoso negocio los sellos timbrados que el ciudadano necesita para diversos trámites oficiales.

Luis Gutiérrez Urdaneta (avenida Ciudamar No. 18503, entre 1ra. y 3ra., San Miguel del Padrón, La Habana) manifiesta que desde hace un tiempo no hay sellos timbrados de cinco pesos en La Habana.

«Por insuficiencias de las instituciones públicas, se abrió un nuevo mercado con los sellos de timbre. Cerca de las oficinas en que la gente debe realizar gestiones están los revendedores de sellos de cinco pesos, pero a 15 y 20 pesos cada uno.

«¿Quién es el responsable de que exista la  estructura necesaria de sellos de timbre en venta? ¿Tendrá esto también  que ver con el bloqueo? ¿Cómo las personas resuelven las gestiones que implican la compra de sellos? Ya la situación diaria de la gente está  difícil. ¿Por qué complicarla más?», señala Luis.

Gratitud

Nelson Rojas Pi (calle Benjamín Izaguirre No. 37, Jobabo, Las Tunas) refleja en su carta la gratitud al personal que labora en la sala de Quimioterapia del hospital Ernesto Guevara de esa provincia, «por todo el amor y la profesionalidad que demuestran en el desempeño de sus funciones».

Manifiesta el remitente que, en medio de tantas dificultades que presenta el país, derivadas de la epidemia de la COVID-19 y del bloqueo estadounidense, «nos encontramos allí con hombres y mujeres que marchan cuesta arriba junto a la Patria, en la hermosa misión de salvar vidas; en nombre de mi familia, amigos y de mí en particular, reciban todo el respeto que merecen. Un abrazo para todos», concluye. 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.