Acuse de recibo
El pasado 24 de noviembre, desde Santa Amalia, Arroyo Naranjo, La Habana, Gisela P. Montano, jubilada de 69 años que vive sola y sin familia, contó aquí que el 2 de julio de 2021 se cayó por sus propios pies, y en el hospital Fructuoso Rodríguez le hicieron una placa y no hallaron fractura. Indicaron antinflamatorios, dipirona y un ultrasonido que se lo hicieron el 8 de julio. Le diagnosticaron una trocanteritis en la cadera derecha, con reposo absoluto y remisión al fisiatra.
Al mes la vio una fisiatra que analizó el ultrasonido y diagnosticó lo mismo, más bursitis en la rodilla derecha y tendinitis. Le explicó que no debía hacer peso ni asistir a fisioterapia sin compañía, pues no tiene estabilidad.
«Pero no tengo quien me ayude, al no tener familia, decía, cosa que constató el médico de mi área de salud y extendió un certificado después de leer lo que dictaminó la fisiatra, para que fuera atendida por Seguridad Social.
«El 25 de agosto me hicieron el favor de ir a Seguridad Social a gestionar cuidadora, y lo atendió la trabajadora social Dailenys, que dijo que me visitaría al siguiente día.
Nunca vino a mi casa. La misma persona que me hizo el favor fue por segunda vez y lo atendió Marian, el 8 de septiembre. Nada, igualmente.
«El 10 de septiembre la misma persona se presentó en Seguridad Social y lo atendió Anisley, a cargo del consejo popular Poey. Y le dijo que hay muchos casos, que ya irían. El 6 de octubre fue la trabajadora social Melissa y recogió mi certificado médico. Me hizo varias preguntas y no ha regresado a darme respuesta de nada», concluía.
Al respecto, Belkis Delgado Cáceres, directora de Prevención Social del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), envía la misma respuesta que transmitió a Gisela, cuando esta le escribió también al correo institucional del MTSS.
Precisa que en investigación realizada por especialistas del territorio se constató que Gisela, con antecedentes de enfermedad pulmonar obstructiva crónica y trocanteritis de cadera, lo que le provoca movilidad restringida por la falta de estabilidad y rigidez en las articulaciones, está imposibilitada no solo de realizar las actividades diarias, sino las que debe realizar fuera de su hogar. Y recibe una jubilación de 2 090 pesos.
Atendiendo a la edad, condiciones de salud y la carencia de familiares obligados en condiciones de prestar ayuda, afirma, la situación fue evaluada por el consejo de dirección del municipio el 2 de noviembre de 2021, y fue aprobado mediante el acuerdo No. 100 el servicio de asistente social a domicilio, por un período de ocho horas.
Yohannys Yero Forcade (Matanzas No. 36, entre Cervantes y Estrella, Párraga, Arroyo Naranjo, La Habana) cuenta que en la bodega donde compra entró la segunda vuelta del módulo gratuito de alimentos por donación exterior, el cual contenía tres bolsas de arroz, seis de pastas alimenticias, dos de frijoles chinos y una de azúcar.
Y cuando finalmente se despejó la cola del primer día fue a buscar el suyo, y el administrador le informó que faltaron por entregar 37 módulos que vendrían posteriormente; que les avisaría cuando llegaran.
Cuando finalmente arribaron el 29 de noviembre, recibieron la noticia de que las dos bolsas de frijoles entregadas en el primer módulo no venían en este. En su lugar, una bolsa más de arroz.
No conforme con la explicación de «vinieron así y ya», Yero llamó a la Dirección Provincial de Comercio, donde, a pesar de ser atendida amablemente, no podían darle explicación, eso era donado y se daba lo que se podía.
Le recomendaron llamar a Comercio del municipio. Le dijeron que los módulos fueron cargados así en el frigorífico de Cojímar, y a todos les faltaban productos, que habían sido compensados por otros para que la bolsa pesara entre siete y ocho kg.
«Esto aumenta mi inconformidad, ya que no fue lo expresado por Betsy Díaz, ministra de Comercio Interior, sobre lo que estos contendrían. Además, el hecho de que más de una persona alegara desconocimiento de la razón de la diferencia del contenido de los módulos, pone de manifiesto descontrol y desigualdad, que, como bien sabemos, puede ser el inicio del desvío y la pérdida de recursos», concluye, y solicita una explicación convincente.