Acuse de recibo
El pasado 5 de mayo, desde la finca Sí se puede, en Candelaria, municipio Cienfuegos, Víctor Robert Vicente, campesino de la Cooperativa de Crédito y Servicios Jorge Alfonso, contaba que en 2012, cuando le entregaron la tierra en usufructo, inició trámites de solicitud de electricidad, para irrigar las siembras y alumbrar su casa.
En visita a la Empresa Eléctrica, el director comercial le orientó dirigirse a su CCS para hacer la solicitud a fines de año, y ser incluido en el plan de instalación de 2013. Y la dirección de la CCS le informó que lo incluirían para esa solicitud. Al comenzar 2013, en la primera reunión del año indagó y le dijeron que no se hizo la solicitud.
En la Empresa Eléctrica le reiteraron que el trámite lo hace la dirección de la CCS; que a fines de 2012 debían haber hecho la solicitud, pues ya para entonces no se podía incluir en el plan de 2013. Debía esperar para incluirlo en el de 2014. «Y así ha sucedido año tras año por espacio de ocho años consecutivos», confesaba.
En 2020 reiteró en la CCS la necesidad de electricidad, y le dijeron que el trámite debía realizarlo él mismo. Fue a la UBE eléctrica con carta de solicitud y se entrevistó con el director comercial, quien le indicó que el trámite debe hacerse a través de la CCS, con personalidad jurídica y contrato legal con la entidad. El director general de la Empresa Eléctrica reiteró lo mismo: el procedimiento es por medio de la CCS.
Víctor decía que donde está la finca, en un diámetro de un kilómetro a la redonda, hay 13 transformadores. Y la distancia que la separa de la línea eléctrica comercial es de 500 metros. «Entiendo que la instalación del servicio no es tan costoso y se puede solucionar», insistía.
En 2016 le informaron en la CCS que ya estaba el cheque para hacer la compra de un panel solar y ubicarlo en la finca. Pero este no llegó. Y al indagar, le informaron que no se pudo comprar. Todo fue un engaño. «De estar instalada la corriente eléctrica en la finca, decía, además de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de la casa… se pueden incrementar los volúmenes de siembra de alimentos, por la situación tan difícil que presenta este renglón en la actualidad».
Y acotaba que se sentía burdamente engañado y peloteado, pese a que tuvo que asumir los trámites, cuando la CCS debió representarlo.
Al respecto, responde Dorgi Monzón Santos, director general de la Empresa Eléctrica Cienfuegos, que la Ley Eléctrica, en su Artículo 7, establece:
«El Ministerio de Energía y Minas, a través de los organismos competentes, establecerá los requisitos que deberán ser de obligatorio cumplimiento por parte de los usuarios, tanto estatales como privados, a los efectos de la solicitud, contratación y utilización del servicio eléctrico».
Y acorde con la Ley, añade, en el Manual de Consumidores emitido por la Unión Eléctrica, se dispone en el Título: Contratación del servicio en el sector estatal y privado no residencial, el procedimiento a seguir de nuevos servicios eléctricos y/o aumento de capacidades en los sectores estatal y privado no residencial, que se realiza a través del Modelo UC-CC 002.A1 «Solicitud del Servicio Eléctrico», el que debe llenar la CCS y entregar acompañado de un plano, y punto de entrega en caso de que se necesite realizar alguna inversión.
Afirma que por su indicación, representantes de esa empresa visitaron el lugar y entrevistaron al productor y a otros socios de la CCS. Y concluyeron que la finca se halla fuera de la norma técnica para electrificar por las vías establecidas sin necesidad de inversión adicional: a más de 400 metros del área servida con electricidad. Y por norma, se da servicio hasta los 25 metros del secundario.
No obstante, indica, para estos casos se prevé que el organismo correspondiente, en ese caso el Ministerio de la Agricultura, proponga hacer una inversión para llevar el servicio eléctrico hasta aquellos sitios que considere de interés productivo. Pero la Empresa Eléctrica de Cienfuegos no ha recibido propuesta alguna al respecto. Por tanto, en los planes para 2021 y 2022 no está aprobada ninguna inversión para electrificar dicha finca.
«Entendemos el interés del productor, afirma, pero a partir de los aspectos señalados anteriormente, y la imputación de responsabilidad a nuestra empresa en lo que el cliente definió como “peloteo y maltrato”, declaramos Sin razón la queja. Podemos agregar que él mismo reconoce que estos elementos le habían sido explicados anteriormente en la Empresa Eléctrica», concluye.