Acuse de recibo
El pasado 12 de noviembre, Eric Eduardo Broche Vidal denunció aquí una serie de chapucerías en torno al edificio donde reside, sito en Dragones 206, entre Galiano y Águila, municipio habanero de Centro Habana.
Contó que en 2019, por los 500 años de La Habana se acometió la reconstrucción de la acera, la cual quedó por encima del nivel del portal del inmueble, lo que provoca inundaciones cuando llueve. Y fundieron la acera tapando los drenajes fluviales del edificio.
Añadía que al romper la calle para instalar las tuberías del gas se perforó una tubería de agua y sobre ella se cerró el hueco, sin la debida reparación de esta. También señalaba que los vecinos lo habían advertido.
Hoy, decía, a más de un año, todavía corre el agua, como testimonio de la chapucería y el mal trabajo. Y agregaba que también la Empresa Eléctrica, abriendo un hueco, averió una alcantarilla de drenaje; y lo cerró así como así.
Para colmo, refería que la decisión de utilizar el frente del edificio como piquera de autos de alquiler provocaba malestar en los vecinos, por el ruido permanente, las aglomeraciones de personas y los desechos lanzados a la acera.
Erick lo calificaba como «una muestra del mal trabajo, falta de control y desinterés por parte de los encargados de la calidad y el bien hacer de las instituciones del Estado, así como de la ineficiencia y falta de acción de los representantes del pueblo en el territorio, dígase el Poder Popular».
El pasado 9 de diciembre recibí la respuesta de Ángela M. Reytor Suñer, directora general de la Empresa de Gas Manufacturado, la que plantea que la calle Dragones se rehabilitó el 14 de febrero de 2017, y se concluyeron los trabajos con el hormigonado de esta y sus acometidas, sin salideros de agua potable ni de albañales.
Precisa que en 2019, como saludo al aniversario 500 de La Habana, esa entidad no realizó ningún trabajo en el mencionado sitio. Y añade que «en visita realizada el 18 de noviembre de 2020, se verificó que no existe ningún salidero de agua potable provocado por nuestra entidad; se aprecian vertimientos albañales producidos por la acción de vecinos del inmueble, que alivian los entronques bajo la acera, cubiertos con hormigón, que otra entidad dejó tapados».
Y acota que el consejo de dirección de la entidad acordó declarar esa queja sin razón el 18 de noviembre de 2020.
Pero el pasado 4 de enero recibí una respuesta —fechada el 24 de diciembre— de Halina Guerra Castro, jefa del departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana. Y decía que en inspección por el funcionario del Centro de Incidencias de esa entidad que atiende Centro Habana, se hicieron las correspondientes evaluaciones técnicas de las redes: se detectaron roturas del entronque de alcantarillado y averías de cuatro entronques pluviales, estas últimas a causa de la Empresa de Gas Manufacturado.
También se observó una obstrucción de tragantes pluviales en la esquina de Águila y Dragones, y un tragante sellado por la Empresa Eléctrica en la esquina de Águila y Zanja, según plantearon los vecinos.
Refiere que con esas evaluaciones se comprobó que «los problemas en nuestras redes fueron originados por los trabajos realizados en el lugar por la Empresa de Gas Manufacturado, la Organización Básica Eléctrica y el Micons».
Y planteaba que «no obstante, nos corresponde asumir su restitución, por lo que se realizaron de inmediato todas las coordinaciones con la Base de Saneamiento y la Base de Acueducto Centro, para eliminar en el menor tiempo posible las averías ocasionadas accidentalmente por las empresas antes mencionadas, acciones que se están ejecutando».
Y agrega la opinión escrita y firmada por Eric Eduardo Broche el día en que lo entrevistaron: «En mi opinión, Aguas de La Habana es una víctima más de lo sucedido, y ha sido el único organismo en dar respuesta a la situación».
Han faltado en esta historia las respuestas de la Empresa Eléctrica y de la Construcción, como también ha permanecido ausente el Gobierno municipal, aludido por el denunciante, y que hubiera podido ejercer la coordinación de todos los implicados, para lograr una solución mancomunada.