Acuse de recibo
Anabel Sanabria Pérez (CPA Delfín Luis Paz, Tamarindo, Florencia, Ciego de Ávila) relata que su hijo de 14 años, postrado y ciego, está sufriendo los excesos sonoros de unos vecinos que ponen la música a altos niveles. Y ella ya no sabe a quién acudir.
Les ha rogado que regulen el volumen de la música para lograr la estabilidad del niño. Y ha necesitado llamar a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), lo cual ha traído como consecuencia que se hayan deteriorado las relaciones. «Hasta me han demostrado su repudio con más horas musicales», enfatiza.
Refiere que los de la música le han dicho que se mude, pues ellos tienen derecho a oír la música como a ellos les gusta. Ha pedido ayuda a la PNR, ha conversado con el jefe de la Policía y la Fiscal del municipio, mostrando un resumen de historia clínica del hijo, que muestra que ese tipo de niños (PCI, ciego, con alto riesgo de morbilidad y cuadriplejia espástica) necesitan un ambiente tranquilo.
Somos ciudadanos tranquilos, expresa, y no tenemos recursos para mudarnos a otra casa donde el niño tenga las condiciones hogareñas para que se mantenga lo más sano posible, ya que él no regula bien la temperatura y los cambios ambientales influyen también en su salud.
Anabel está desalentada, al constatar que en la práctica su niño no tiene protección de esos excesos; «y de ver cómo el vecino tiene más derecho que uno de vivir feliz y saludable», concluye.
El nivel de impunidad e indisciplina sonora es un verdadero flagelo en la convivencia del barrio cubano. Esta sección lleva años denunciando ese mal, sin que se vislumbre, en cada lugar, una voluntad rigurosa de enfrentarlo.
El pasado 8 de septiembre, desde el barrio La Juanita, de la ciudad de Cienfuegos, José Luis Montes de Oca contó que desde abril de 2014 esa cuadra padecía una agonía con el abasto de agua, situación ya crónica que provocó gestiones con Acueducto y Gobierno en el municipio y la provincia, y la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos. Y lo que lograron fue la reparación de varios salideros, la eliminación de acometidas ilegales y la sustitución de algunos tramos de la conductora.
A pesar de ello, añadía, el servicio de agua, que es en días alternos y debía durar dos horas, a los diez minutos cesa y no reaparece hasta que queden 15 o 20 minutos del abasto. La situación se resuelve por un tiempo, y siempre vuelven al mismo estado de desabastecimiento.
Una de las razones, decía, es una válvula rota en la esquina de 63 y 44. Por breves períodos Acueducto la ha dejado de operar, con la afectación del servicio. La válvula se ha roto innumerables veces y le dan mantenimiento para luego volverla a ensamblar. A veces se han remplazado algunos de sus componentes averiados, pero siempre vuelve a fallar.
La situación se agudiza, añadía, cuando aquellas casas que terminan desabastecidas deben esperar por un carro cisterna que puede tardar entre 15 y 18 días, y llega al vecindario sin previo aviso, a cualquier hora de cualquier día. Si el vecino no aparece a tiempo para abrir su cisterna o dar acceso a sus depósitos, el carro se va sin abastecerlo y no retorna hasta dentro de 15 a 18 días.
Al respecto, responde Héctor Rosabales Pérez, director de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, que la principal causa radica en la rotura de dos válvulas de 630 milímetros, que, por lo años de explotación y su manipulación diaria, han sufrido desgaste y roturas. Se han hecho varias gestiones para solucionarlo con los talleres de esa empresa, los de Asticar y otros organismos.
En entrevista con José Luis y otros vecinos, afirma, se les explicó la situación. Para enfrentarla, cuentan con carros cisterna (pipas) con un servicio en un ciclo de siete a 15 días de duración.
«No obstante, añade, se han adquirido y reparado ya los mecanismos de la válvula, para ponerlos en explotación y brindar un mejor servicio a la zona afectada. En estos momentos las piezas dañadas de las válvulas principales se encuentran reparadas, realizándose el trabajo el 22 de octubre del presente año», termina.
Agradezco la respuesta, pero en ella no queda aclarado por qué en tantos años las gestiones de Acueducto no habían fructificado, a pesar de las insistentes peticiones de los vecinos. Ello pudiera dar a pensar que se comenzó a resolver luego de la publicación aquí.