Acuse de recibo
«Bien alto y con Bad Bunny», con ese título publiqué el pasado 22 de agosto una denuncia sobre la música excesivamente alta y con contenido inapropiado, de sexo y marihuana, que se difundía en el área de la piscina Club Cienfuegos de la homónima ciudad, adonde acuden niños con sus familias.
La misiva la remitía Lisdeybis González, quien decía residir en Avenida 10, No. 3702, entre 37 y 39, allí en Punta Gorda, a una cuadra de ese centro recreativo de Palmares. Ella planteaba que tiene bajo su cuidado a su abuelo, que se siente incómodo, porque la música es desde las 9:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. todos los días, menos los lunes.
Aseguraba que los vecinos del barrio se quejaban de lo mismo, y que ella lo había comunicado, a través del correo electrónico de Atención a la Población del Ministerio del Turismo, y no había recibido respuesta.
Lisdeybis refería que Palmares Cienfuegos debía analizar esa lamentable situación, pues el Mintur y las entidades que le tributan, tanto hoteleras como extrahoteleras, tienen indicado que la música que se difunda no esté en contra de los valores que identifican la cultura de nuestro país.
«Confío en que Palmares sepa diferenciar entre Bad Bunny con sus groserías y otro tipo de música que no inunde el ambiente y sí aporte a la cultura de quienes van a ese lugar», concluía.
Al respecto responde Yovany Chang Calzadilla, subdirector de Operaciones de la sucursal extrahotelera Palmares Cienfuegos, que a raíz de lo publicado, se radicó allí el expediente No. 12 de 2020, para atender y dar respuesta a la reclamante, según lo establecido en su sistema de gestión integrado.
La comisión investigadora, añade, intentó infructuosamente entrevistarse con Lisdeybis, al comprobar que en la dirección mencionada en la carta no reside la persona identificada con ese nombre. Y se tomaron varias opiniones de los moradores de esa vivienda y de otros vecinos cercanos al Club. «En ningún caso, afirma, refirieron inconformidad alguna relacionada con ese cuestionamiento particular».
También como parte de la investigación, plantea, pudo constatarse que no ha sido tramitado con el departamento de Atención a la Población del Mintur ninguna queja relacionada con esa instalación turística.
«No obstante, manifiesta, esta inconformidad ha significado un alerta, y ha traído consigo una revisión por parte de los compañeros de la subdirección de Operaciones de esta sucursal, de la programación y de los niveles y volúmenes de la música que se proyectan en todas nuestras instalaciones. De este modo pretendemos evitar la ocurrencia de situaciones como la ventilada, que bien pudieran establecerse por la población de manera directa ante la administración de la instalación, cuyos cuadros y funcionarios están impuestos de la obligatoriedad en la atención, seguimiento y respuesta a las quejas».
Además, expresa, todo cliente tiene la opción de personarse en la sede de la sucursal Palmares Cienfuegos, o utilizar la vía telefónica como medio alternativo, para establecer cualquier planteamiento, que será atendido y tramitado de inmediato.
«De cualquier manera, sugerimos a la persona reclamante que de no quedar satisfecha con la respuesta y acciones realizadas ante el caso investigado, contacte con nuestra sucursal a los teléfonos 43661415 al 23, extensión 120, para esclarecer cualquier duda, y de considerarse necesario, realizar cuantas acciones resulten menester, en aras de dar solución a su inconformidad», concluye.
Todo parece indicar que, lamentablemente, quien escribió la carta se sumergió bajo una falsa identidad, algo que esta sección de transparencia y consecuencia rechaza. Aun así, es muy positivo que Palmares Cienfuegos asuma este incidente como un alerta y reaccione en tal sentido; porque no sería la primera vez que en instalaciones y espacios públicos, y para molestia de los vecinos, inunde la música no solo excesivamente alta, sino también desbordadamente grosera y sucia.