Acuse de recibo
Con su caligrafía de cuidadoso molde, el profesor holguinero Éric Rivera Céspedes (Vuelta Larga, Felton, Mayarí) es un batallador incansable. Una y otra vez vuelve a los asuntos del bienestar colectivo y confía, con altura cívica, en el oído atento de las instituciones.
Entre los problemas de su comunidad que Éric ha denunciado en estas líneas sobresale la incomunicación por falta de medios de transporte. Así lo expuso en sendas misivas que reseñamos el 22 de julio de 2015 y el 4 de abril de 2016.
En la primera de aquellas cartas contaba el lugareño de una carahata (ferrobus) que tenía recorrido Guatemala-Vuelta Larga-Nicaro (y retorno) con un itinerario de tres viajes diarios: permanecía más tiempo en el taller de Guaro que funcionando.
Pues bien, esta situación en la actualidad ha empeorado, según narra el lector. El ferrobus ahora «tiene un solo viaje, de lunes a sábado. Esto disgusta a la población de Guatemala-Vuelta Larga-Nicaro y todas las comunidades aledañas, pues no pueden resolver sus necesidades». Encima de eso, la «cualidad» de pasarse más tiempo en el taller que funcionando no ha sido superada por el medio de locomoción.
«Esta carahata no aguanta más, lleva medio siglo de explotación, muchas veces se rompe a mitad del camino y los viajeros se quedan embarcados, porque hay lugares en que ese es el único medio de transporte», evoca el remitente.
Él, como muchos, no se explica por qué Cuba, siendo de los primeros países que introdujo el invento del ferrocarril, a estas alturas del siglo XXI muestra tanto atraso en esta importantísima vía de movimiento humano. Por supuesto, y bien lo sabe Éric, el problema es complejo, no reducible a simplismos; pero vale la pena detenerse en lo paradójico y apuntar de una vez a las estrategias de solución.
En la carta que le publicamos en 2016, ahondaba el polemista en la necesidad de que Vuelta Larga, con unos 1 500 habitantes tuviera también transportación por carretera.
Los recorridos de guaguas Mayarí-Castillito-Vuelta Larga-Felton (y retorno), Mayarí-Cajimaya-Vuelta Larga-Felton (y retorno), Mayarí-Castillito-Vuelta Larga (y retorno), desaparecieron del panorama holguinero hace más de un cuarto de siglo y ni asomos ha habido de su necesario rescate. Cuando se refirió a este asunto por vez primera en nuestras páginas, el docente abogaba por que de estas tres rutas al menos restituyeran una.
«En la Dirección Municipal de Transporte de Mayarí, cuando leyeron la carta me visitaron y quedaron en darle solución al problema, ya que se esperaba el arribo de cuatro ómnibus Diana a finales del año 2016, y (…) Vuelta Larga tenía prioridad. Pero todavía esta prioridad continúa rodando sin tener ruedas», se queja el remitente.
Y razona: «¿Por qué al ómnibus en su recorrido Mayarí-Felton por Cajimaya, con un itinerario de tres viajes diarios, no se le permite entrar a Vuelta Larga?... Si antes, cuando teníamos tres rutas, entraba, ahora, que no tenemos ninguna, ¿no puede entrar? ¿Acaso esto no es una paradoja?».
Y relata Éric que los lugareños para trasladarse hasta Mayarí, a los más disímiles asuntos, «tenemos que hacer trasbordos y más trasbordos y caminar a pie llueva, truene o relampaguee».
«El decir —concluye el holguinero— estimula, entusiasma, enardece; pero el mejoramiento y perfeccionamiento de nuestra sociedad depende de lo que se haga y no de lo que se diga (…). En síntesis (martiana): “Hacer, es la mejor manera de decir”».