Acuse de recibo
Más de 25 años llevaba Manuel Núñez Sardiña disfrutando de su suscripción de periódicos en Contramaestre, Santiago de Cuba, cuando, al mudarse a la vecina provincia de Granma (calle Línea No. 12 interior, entre calle 4 y avenida Jimmy Hirtzel, reparto Ojeda, Bayamo), perdió súbitamente esta facilidad.
Le informaron entonces que no estaban autorizados los traslados interprovinciales de suscripción, lo cual, al menos en el caso de los órganos de circulación nacional, no parecía del todo lógico. Le recomendaron que solicitara suscripciones en Granma, pero el cliente insistía en el movimiento de las suyas, pues conocía las dificultades para obtener una nueva. Su carta vio la luz aquí el pasado 17 de octubre.
Al respecto contesta Rafael Leopoldo Ramos Martínez, director general de la Empresa de Correos Santiago de Cuba. Argumenta Rafael que según el Manual de Procedimiento Operativo Contable del Servicio de Suscripciones de Periódicos, así como el Manual de Procedimiento para la Distribución y Circulación de la Prensa, por los que se rige el Grupo Empresarial Correos de Cuba, «las pautas de prensa que se reciben en cada provincia del país no se trasladan a otras».
En el segundo de los manuales citados se especifica: «Los suscriptores que se trasladan entre provincias reciben baja del registro de suscriptores con los modelos establecidos (…) y pueden causar alta en la nueva provincia, siempre y cuando la pauta de prensa de ese territorio así lo permita», señala el directivo.
No obstante, refiere, las direcciones de las empresas de correos de ambas provincias en cuestión evaluaron la solicitud del cliente y «considerando que existe la posibilidad, con independencia de las limitaciones objetivas de periódicos que tienen ambas provincias, decidimos asegurar un ejemplar del periódico Granma, uno del periódico Juventud Rebelde y otro del periódico provincial La Demajagua para, de forma excepcional, asegurar la suscripción de prensa del compañero Manuel Núñez Sardiña». Puntualiza el funcionario que Manuel comenzaría a recibir los órganos informativos a partir del pasado 1ro. de noviembre.
Agradezco la rápida respuesta y solución. Alegra saber que, si todo fluyó como explica el Director provincial, el lector no tendrá que leer esta contestación en un diario prestado.
No obstante, sigo sin entender un elemento, de las correspondientes normativas de Correos de Cuba. Si de un medio impreso de circulación nacional usted resta un periódico en cualquier provincia y lo suma en otra, la cifra total del país no se altera en lo más mínimo. Luego, ¿resulta comprensible la medida de prohibir los traslados interprovinciales de estas suscripciones? ¿O es que la operación de coordinar entre provincias, restar aquí y sumar allá se hace tan compleja?
Al parecer, en la bodega La Complaciente, de Cumanayagua, Cienfuegos, al menos el producto básico de la mesa cubana no complace demasiado a sus clientes. Así lo alerta el lugareño Miguel González Martínez (calle Los Filtros s/n), quien explica: «Llevamos meses consumiendo en la cuota normada un arroz que a mi entender no está apto para el consumo humano; lleno de machos, piedras, granos amarillos y con signos de humedad que se manifiestan más durante su cocción».
Apunta el remitente que quienes no tienen solvencia económica como para adquirir el arroz de venta libre se ven obligados a resolver las necesidades de la casa con este, pero que, a su entender, no debería enviarse así a los establecimientos.
El lector ha conocido que en otras unidades el arroz que está llegando cumple los parámetros elementales de calidad. ¿Por qué en unas sí y en otras no? ¿Qué dicen los responsables?