Acuse de recibo
El pasado 30 de marzo, Huber Vedey Bayard, especialista comercial de la UEB de Turarte Santiago de Cuba, denunció aquí que esa entidad prestó servicios en agosto de 2016 y mayo de ese año, a las direcciones municipales de Cultura de Calixto García y de Holguín, respectivamente. Y no les habían pagado los importes del trabajo de sus artistas. Calixto García debía 30 000 pesos y Holguín 75 000.
Esos músicos tienen familia e hijos, decía, que dependen de los ingresos para su manutención, además del pago de sus deberes tributarios con la ONAT, cuyo plazo estaba al vencerse. Contaba que se visitó varias veces esas direcciones, y se conciliaron las deudas. Acudieron al Gobierno y el Partido, y ni así las direcciones de Cultura habían pagado. Solo nos dicen, refería, que las cuentas corresponden a la de Fiestas Populares, y la misma no la controlan ellos; que no tienen fondo disponible para pagar.
Si los demandamos, acotaba, se siguen tardando más y no contratan a nuestros artistas, porque dicen que somos ¡problemáticos! Es la historia de nunca acabar, y en el medio están los artistas, quienes pagan las consecuencias.
El 25 de julio pasado llegó por correo electrónico respuesta de María de los Ángeles Rodríguez Velázquez, directora municipal de Cultura en Calixto García, fechada el 25 de abril de 2017. Ella reconoce la deuda y dice: «nunca la hemos evadido». La misma, añade, se concilió mensualmente desde mayo de 2016 por el representante en Holguín de la Agencia, no con Huber.
Ella afirma que pertenecen a un mismo sector, y reconoce su calidad al contratarlos para las fiestas populares, teniendo la posibilidad de contratar agrupaciones de otros centros de la música. Y niega que hayan afirmado que la cuenta es del Consejo de la Administración Municipal (CAM).
«Aunque los pagos sean aprobados por acuerdo del mismo, anota, la responsabilidad es de nuestra Dirección. Tampoco es cierto que, al menos en nuestro municipio, se hayan dirigido al Gobierno y al Partido, pues nunca ocurrió. Lo que sí siempre ha quedado claro es que los fondos para respaldar las deudas no están como quisiéramos y en el tiempo pactado. Dependen de los ingresos que se obtengan mensualmente. Y nuestro municipio es pequeño. Se comercializa poca cerveza, que es la principal fuente que tributa a través de la Empresa de Comercio y Gastronomía».
Difiere de Huber sobre las consecuencias de presentar demandas. Señala que «es derecho de la parte perjudicada y forma parte del contrato pactado; nunca sería una causa para no volver a contratar a los músicos de la provincia, que tanto talento presentan». Agrega que el 22 de marzo pasado se aprobó en el CAM pagarles una factura por valor de 15 000 pesos, transferencia hecha; y días después fue pagado el total de la deuda.
Considera que «un funcionario de una Empresa de esa categoría no debe cuestionar el trabajo de otras entidades, sin tener el conocimiento necesario del funcionamiento y las causas que provocan cuestiones como estas; y menos si representa al mismo sector». Y asegura que «el pueblo no dejará de disfrutar de los talentos de la hermana provincia de Santiago de Cuba, por incomprensiones que ocurren entre los funcionarios que representan a nuestras empresas».
Anota que «después de conocerse la publicación en Juventud Rebelde, y sabiendo que su Empresa no tenía razón, en parte, al cuestionar el trabajo de nuestra Dirección Municipal de Cultura por el compañero Huber, se personó en nuestra dirección el representante de esa Empresa en nuestra provincia, Amaury Bernardo Bruzón Aguilera, para ofrecer disculpas, tanto a nosotros, como a las autoridades del territorio, por el cuestionamiento y la falta de ética de su compañero.
«El sí conoce de las razones por las cuales no se pudo pagar en tiempo, añade, y fue testigo de las conciliaciones realizadas. Incluso, se buscaron variantes de efectuar el pago compartido, de manera que permitiera pagar con menos financiamientos en la cuenta. Felizmente, en la actualidad, no contamos deudas con su empresa y en próximas actividades nuestro pueblo volverá a disfrutar de sus agrupaciones», concluye María de los Ángeles.
Agradezco la respuesta, pero no creo que el roce entre funcionarios de ambas entidades tenga más peso que una verdad cruda: la dilación de meses para pagar el trabajo de los músicos. Si hay que disculparse, es con estos últimos.
Quienes deleitaron a los pobladores de Calixto García y Holguín no tienen la culpa de que algunos funcionarios se aventuren a hacer contratos sin la liquidez necesaria para cumplir a tiempo con el pago. Por cierto, Holguín no ha dicho ni esta boca es mía...