Acuse de recibo
Un tanto desesperanzado, a contrapelo del nombre de su comunidad, nos escribió Evelio Manuel González Benavidez (Maceo 16A, entre A y Monteagudo, Esperanza, Villa Clara), quien refería, en misiva publicada el 13 de junio último, múltiples problemas e incomodidades colectivas.
Entre esas dificultades mencionaba la falta de agua que sufre la localidad, el mal estado de las calles y la no digitalización de los servicios telefónicos. Paliativos o intentos de soluciones para estas carencias, apuntaba el remitente, habían fracasado o llevado a situaciones igualmente espinosas.
Sobre ello contestan Ana María Herrera Tristá y Juan Carlos Pérez Díaz, funcionaria y presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular (AMPP) en Ranchuelo, respectivamente. Ante la carta del lugareño, la primera acción de las autoridades del municipio fue contactarlo, explicarle cuán en sintonía con sus planteamientos se hallaban y comunicarle las distintas estrategias y acciones que al respecto se están proyectando o ejecutando en el territorio.
En relación con el tema del agua, se reconoce: «Es cierta la situación que se presentó, no solo en el poblado de referencia, sino también en el resto del municipio, provocado ello por la remotorización de los carros cisternas (tres de los cuatro que dispone el territorio estaban en estado de deterioro). (…) A pesar de obtener el apoyo de otros municipios y organismos, no se pudo mantener la estabilidad con que hasta ese momento se prestaba ese servicio».
Además, se le informó al remitente sobre las regulaciones que se desarrollaron para atender la situación de la sequía que azotó y azota al territorio. Asimismo, el Vicepresidente del Consejo de Administración Municipal (CAM) le argumentó que «en la zona donde reside el compañero se instalaron llaves populares no previstas en el proyecto de miniacueducto, con buenas intenciones, pero en detrimento de la eficiencia del sistema (de Acueducto)».
En cuanto a la digitalización telefónica del territorio, se reconoce, en coordinación con Milagros Martín, directora de Etecsa (no se aclara si a nivel municipal o provincial), «el estado de obsolescencia de la planta analógica que da servicio a ese poblado, razón por la cual no son posibles nuevas comercializaciones; y la existencia de continuas interrupciones, causantes de insatisfacciones en la población».
Comunican los directivos que está previsto en el plan de la economía la inversión por realizar en este sector en Esperanza, en 2015, «lo cual, una vez concluida, creará las condiciones para futuras comercializaciones en el sector residencial (…) y eliminará las constantes interrupciones que sufren los beneficiados por ese servicio».
«La vicepresidenta de la AMPP, Milaxis Sánchez Armas, reiteró al promovente la razón de su queja, cuestión a la que no está ajena la dirección del Gobierno, pero que todo se irá solucionando en dependencia del comportamiento de los recursos disponibles para los planes de la economía», apuntan.
Evelio Manuel estuvo conforme con las razones que le trasladaron los ejecutivos y agradeció la atención a su queja, según refieren Ana María y Juan Carlos.
Este redactor también agradece la respuesta y sabe, como cada cubano, que quienes gobiernan en un municipio no son magos para hacer lo imposible, muchas veces con limitaciones de recursos o de procedimiento. Sin embargo, valdría la pena apuntar que, por momentos, la planificación de soluciones se reduce a esperar a «cuando lleguen los recursos». También es necesario explorar la mayor cantidad de vías alternativas para la obtención de estos. No olvidemos que mientras más informados y en capacidad de participación real estén los ciudadanos, más avanzarán los procesos.