Acuse de recibo
Marcia Pupo Reyes, vecina de Calle INIT No. 5, reparto Nicaragua, en la localidad holguinera de Banes, manifiesta que le asisten razones para denunciar lo que considera «el actuar incorrecto de la Dirección Municipal de la Vivienda de Banes, que me trajo perjuicio y serios daños, tanto morales, monetarios como legales».
Cuenta ella que es propietaria de la vivienda sita en la dirección antes mencionada, según Escritura Notarial No. 254 de Descripción de Obra de fecha 6/12/99. Y la misma dispone que es «superficiaria» del terreno, que mide 150 metros cuadrados, y por el cual ella abonó la cantidad de 1 950 pesos.
Precisa que entre su casa y la del vecino nunca hubo limitaciones de ambos terrenos, tampoco cerca de delimitación. Ello no constituyó un problema hasta que el mismo permutó y el vecino actual, a sabiendas de esa realidad —además de existir en el fondo de ese terreno un alcantarillado común de varios vecinos colindantes, así como las instalaciones de agua— construyó un garaje y corrió la cerca perimetral. «La empotró a la pared de mi vivienda, que no se corresponde con lo que tiene autorizado en su propiedad, de 19 por 31 metros, igual a 589 metros cuadrados en la zona urbana. Según la reclamante, se excede de lo autorizado por la ley.
Marcia relata que hizo la reclamación a la Dirección Municipal de la Vivienda (DMV) en Banes, y el proceso lo declararon Con Lugar a su favor. Sin embargo, en la Resolución No. 835/2010 le reconocieron al vecino el terreno que cogió para hacer el garaje.
Explica la lectora que tampoco se le impuso al vecino la obligación de pago por concepto de esas medidas excesivas del área, que ahora tiene un total de 696,9 metros cuadrados, cuando el terreno es irregular completamente. Según estima ella, ahí radica otra violación legal.
La remitente añade que la DMV permitió que la cerca perimetral del vecino estuviera empotrada en la pared delantera de su vivienda, algo similar a lo que ocurre en la parte de atrás, pues está utilizando también 0,35 de los diez metros cuadrados del fondo de ella, situación que califica como una injusticia.
«Ahora queda la mitad de mi vivienda —específicamente la parte de los cuartos, situada en el lateral izquierdo— dentro de los límites de la propiedad del vecino, señala. Es decir, no tengo privacidad en mis habitaciones y se me imposibilita también el acceso al sótano y a la llave de paso del agua de mi casa».
Marcia se dirigió al Registro de la Propiedad Municipal, donde le plantearon que no puede inscribir su inmueble, ya que la mitad de la vivienda se encuentra dentro de la propiedad del vecino. «Si mi vivienda ya está pagada, ¿qué hago? No puedo permutar ni vender», alerta.
La DMV de Banes —agrega— tiene pleno conocimiento de esta situación, pues funcionarios suyos se han personado en varias ocasiones en el lugar. «Vivienda está para resolver problemas, no para crearlos, que es lo que ha hecho», acota.
Marcia llevó el proceso por Relaciones de Vecindad al Tribunal Municipal Popular de Banes, y la sentencia fue Con Lugar a su favor. A pesar de ello, continúa con el mismo problema: la mitad de su vivienda sigue dentro de la propiedad del vecino.
Ella ha agotado todas las reclamaciones que le corresponden a su nivel, y nada ha cambiado.
De acuerdo con lo contado por Marcia, esta parece ser una historia más de impunidad. Los Tribunales fallan a su favor, pero todo sigue igual. De ser cierto lo que ella ha referido, este no sería el primer caso denunciado aquí en el cual no se hace valer el espíritu de la Ley. Y eso es sumamente peligroso.
Resultaría oportuno que la DMV de Banes explicara cuál es su proyección respecto a esta denuncia.