Acuse de recibo
Cuando nos escribió, ya el capitalino Juan L. Ayala (calle 236, No. 2707, San Agustín, La Lisa) no sabía qué enfoque darle a su problema con los espejuelos. Desde que el 8 de junio de 2012 mandara a hacer sus bifocales en la óptica de 240 y 31, en San Agustín, las gestiones, esperas injustificadas y sinsabores fueron in crescendo.
Su carta fue remitida en diciembre de 2012 y publicada el 2 de febrero pasado. En enero el remitente debió tener su consulta con la oftalmóloga. Tal vez para ese momento —temía el veterano—, ya debía nuevamente medirse la vista.
A propósito contesta el doctor Efrén Acosta Damas, vicedirector general de la Dirección Provincial de Salud en La Habana. Refiere el galeno que entre las primeras acciones de la comisión creada para investigar el caso estuvo la visita al afectado en su domicilio. Allí se le explicaron las causas de la injusta dilación del servicio.
Estas consistieron en «deficiencias en el control de la calidad en el taller de tallado El Modelo, siendo responsabilidad de la administradora y del jefe del taller, respectivamente; lo que trajo como consecuencia que sus espejuelos se confeccionaran finalmente el 28 de noviembre de 2012 para su posterior entrega», explica el directivo.
«Estas insuficiencias ya habían sido identificadas mediante supervisión integral a dicha óptica en la primera quincena del mes de noviembre de 2012», apunta el Vicedirector.
Y agrega que se aplicaron medidas disciplinarias a la administradora y a la encargada de almacén «consistentes en la democión definitiva del cargo y traslado a otra plaza de menor remuneración o calificación (…), así como análisis en la Comisión de Cuadros de la empresa al jefe de taller».
Como medida complementaria —señala el funcionario— se discutió el artículo publicado con los colectivos de todas las unidades de ópticas y talleres. Se le ofreció respuesta al remitente Juan Ayala y este agradeció la atención.
Desde la columna también agradecemos al doctor Efrén Acosta su misiva. Ojalá la «democión», siempre tan dolorosa, se torne «promoción» de mejores métodos y prácticas.
Talar. Esa es la única solución para ciertos problemas, por más que algunos se empeñen en proponer podas de maquillaje. Por una solución raigal abogaba, literalmente, el doctor Diego Lagomasino Comesaña (Calle B, No. 206, entre Línea y 11, Apto. 5, Plaza de la Revolución, La Habana), cuando alertó desde este espacio el 8 de diciembre de 2012 sobre el árbol enorme que ocupaba el frente de su edificio y cuyas raíces ya habían provocado tupiciones y sustitución de tuberías. El asunto, comentado y «elevado» por los vecinos a varias de las entidades que debían encargarse, no presentaba señas de solución.
Al respecto escriben Cleopatra Ledesma Vázquez y Jesús Lázaro Dupairon Lázaro, responsable de Atención a la Población y director general, respectivamente, de la Empresa de Desechos Sólidos Aurora, en Plaza de la Revolución.
Explican Cleopatra y Jesús que el remitente tenía en su poder la orden de tala entregada por la Empresa Forestal, desde hacía tres meses (la respuesta de estos directivos llegó a Acuse el 31 de enero), ypor la demora en realizar la poda, esa autorización estaba próxima a su vencimiento.
Sin embargo —sostienen los funcionarios—, la empresa Aurora no puede ejecutar dicha indicación de corte debido a la existencia de tendidos eléctricos próximos al árbol. Esto puede poner en peligro a los trabajadores de la institución.
Por tanto, se debe acometer «por la empresa OBE (Organización Básica Eléctrica)... ellos tienen que hacer el enfriamiento de la línea y realizar la poda adecuada para que no haya afectación... Esto ha sido orientado por la Dirección Provincial de Servicios Comunales y Áreas Verdes», argumentan.
Otra necesidad para emprender tal acción es el uso de grúa, que no poseen los compañeros de Aurora. «En el momento en que le entregaron la orden de tala a Áreas Verdes Municipal, no se explicó que existía tal peligro con los tendidos eléctricos y telefónicos, si no hubiese sido rechazada desde una primera instancia», refieren los directivos. Y añaden que los vecinos pueden solicitar la prórroga de la orden de tala.
Agradecemos a Cleopatra Ledesma y Jesús Dupairon su misiva y esperamos entonces que la OBE de Plaza también conteste y ejecute. El riesgo continúa.