Acuse de recibo
Las indisciplinas y distorsiones en el uso del uniforme escolar, denunciadas aquí el pasado 2 de diciembre por la lectora habanera Gladys Hernández, son también motivo de seria inquietud, y de ocupación, para el Ministerio de Educación, según la misiva de la viceministra Margarita Mc Pherson.
La Vicetitular manifiesta que casos como los descritos por Gladys pueden estar registrándose, a pesar del trabajo que se realiza por esa institución, en seminarios para educadores, inspecciones, visitas a provincias, reuniones, escuelas de padres y encuentros conjuntos con la UJC, FEEM y la Organización de Pioneros José Martí, entre otros.
Margarita reconoce que «el trabajo realizado no ha sido lo suficientemente efectivo, en especial en la capital del país; por ello reclamamos el acompañamiento de la familia en esta importante tarea. Los estudiantes se visten en sus casas. Si desde allí se les exige, y al llegar a la escuela también, estamos seguros de que el uso del uniforme escolar irá mejorando».
Señala que cuadros y funcionarios del MINED se han entrevistado con estudiantes en las calles. Y estos refieren que en la escuela se presentan de una manera y al salir, de otra: colocándose accesorios, y faldas y pantalones a la cadera, entre otras modificaciones.
En cuanto al ejemplo situado por Gladys de una profesora que iba con el vientre semidescubierto por la calle, con sus alumnos, Margarita considera «inaceptable el porte y aspecto de la maestra que se describe, lo cual no es la imagen que proyectan la mayoría de nuestros educadores».
Al respecto, la viceministra considera que «para lograr que los estudiantes usen bien el uniforme escolar, lo primero es el ejemplo de los docentes y trabajadores de nuestro sector».
Ratifica que el MINED continuará elevando los niveles de exigencia y rigor en el control de la ejemplaridad de los directivos y docentes. «Especialmente, apunta, debemos lograr que los directores de escuelas sean más exigentes con el porte y aspecto de docentes y trabajadores, y con el cumplimiento del reglamento escolar por cada estudiante.
«Seguiremos persuadiendo, explicando y convenciendo a los estudiantes y a sus familias, sobre lo que significa el adecuado uso del uniforme escolar, como muestra de educación, disciplina y cultura social», concluye la vicetitular de Educación.
Solo bendiciones y admiración profesa Ernesto Cartaya Ortiz (Calle A No. 268 altos, Reparto Sueño, Santiago de Cuba) al servicio de Cardiología del Hospital provincial Saturnino Lora, de esa ciudad, donde fue atendido y salvado el pasado mes de noviembre, a raíz de un infarto agudo del miocardio.
Ernesto destaca «el alto grado de profesionalidad y calidad humana de ese colectivo; y, con más razón, contrasta con el hecho de que hace más de un mes no funciona allí el equipo para hacer las coronariografías, tan necesarias en la atención a patologías cardiovasculares.
«Después de transcurrido todo este tiempo, apunta, durante el cual nos encontramos en espera de dicho tratamiento, un elevado numero de pacientes nos preguntamos cómo es posible que un equipo, en el cual nuestro Estado ha invertido una gran cantidad de dinero para beneficio de la población, pueda permanecer roto durante tanto tiempo, sin ni siquiera existir la menor idea de cuando podrá ser solucionado este problema, ya que aún no ha sido evaluado por el personal técnico calificado que radica en la capital del país».
Gladys García (Mantua 171, e/ Lourdes y Alegría, Víbora Park, La Habana) reconoce públicamente a los trabajadores de la Zona 3 de Comunales en Víbora Park, que despliegan una labor eficiente en la recogida de desechos; además de vaciar dos veces al día el único tanque en esa calle, el cual no alcanza para tantos vecinos.
«Se preocupan por recoger minuciosamente toda la basura que está regada por fuera y también escombros que allí se depositan. Cuando los camiones se marchan, todo queda muy limpio. También el compañero que limpia la calle, aceras y parterres, desde temprano anda con su escoba recogiendo todo. Ojalá todos los trabajadores de ese ramo tengan, como estos compañeros, conciencia de la importancia de su trabajo en beneficio de la salud de todos», concluye.