Acuse de recibo
Desde febrero de 2010 María Caridad Hechavarría aguarda por ETECSA en su vivienda, sita en Prolongación de 2da. de Versalles, entre Micro 8 y calle Línea, en el reparto Marimón, distrito José Martí de la ciudad de Santiago de Cuba. En enero del 2010 María Caridad permutó para esa casa, situada en el mismo barrio donde vivía antes; y solicitó el traslado del servicio telefónico sin que hasta ahora lo haya logrado. La clienta se pregunta si es tan difícil, o más bien lo tornan así, como para no haber recibido aún una respuesta definitiva. Ha ido varias veces a la Oficina Comercial de ETECSA en Callejón del Carmen: sin respuesta. En el Taller de Reparaciones que radica en el Bloque J del distrito José Martí, contactó con Elodis, quien le ha hecho ir varios martes a verlo: sin respuesta. En ese mismo taller le atendió Oneysi, quien le dio el número de teléfono para que se ahorrara el viaje. Y al llamarlo, le dijo que no había podido revisar su caso… «No sé cuántas veces he llamado, y solo son justificaciones y evasivas que no me convencen», manifiesta. Así como ETECSA está «en línea con el mundo», según reza su eslogan, bien podría ponerse «en línea» con esta atribulada clienta.
Una barrera menos: El pasado 9 de junio el lector Elio Ojeda denunciaba aquí la barrera arquitectónica levantada por la administración del restaurante cafetería Kasalta, del municipio capitalino de Playa: un muro de ocho pulgadas de alto a todo lo ancho de la acera, que impedía el paso de sillas de ruedas y constituía un peligro para ciegos y débiles visuales. Al respecto, Marlene Ochoa, directora del Grupo de Inspección Estatal de la Dirección de Planificación Física en Ciudad de La Habana, responde que, efectivamente, se había ejecutado allí una acción constructiva que violaba el artículo 20 de las ordenanzas para la construcción en la capital, creando con ello una barrera arquitectónica. Se le orientó a la administración del centro solucionar la infracción, mediante la creación de una pendiente o rampa hacia ambos lados del acceso principal. Y se cumplieron las indicaciones. Una barrera arquitectónica más que se derriba.
Después de la Feria…: Raúl Torres (Salvador Allende No. 1115, apto. 2, entre Montoro y Luaces, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana) está muy preocupado por el impacto medioambiental que trae a esa arteria, conocida tradicionalmente por Carlos III, la Feria Agropecuaria que se celebra allí cada fin de semana. Y las molestias para los vecinos que residen a lo largo de ella. «Cada lunes amanece la otrora hermosa y majestuosa Avenida de Carlos III, coloreada de tierra roja, llena de desperdicios y de olores muy desagradables».
Lo que fue Lámparas Quesada: El pasado 26 de agosto reseñé la denuncia del doctor José Manuel Ramírez acerca del abandono en que se encuentra el local sito en la céntrica esquina capitalina de Infanta y San Lázaro, donde antiguamente radicaba el centro comercial Lámparas Quesada, y posteriormente se instaló la librería de la Universidad de La Habana. Entonces, Ramírez manifestaba que tal local, clausurado, era un foco de vectores, por las aguas albañales que allí se solazaban. Al respecto, responde Ana Remis Castro, jefa del departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, quien manifiesta que se realizó una inspección al lugar y no se observó vertimiento en el portal. Precisa la funcionaria que el local se encuentra clausurado, por lo cual no se pudo contactar con nadie. Y los problemas que presenta son interiores, y no corresponde su atención a esa empresa, que se ocupa de las redes exteriores. Agradezco la preocupación de Aguas de La Habana, pero alguien debe responder por el estado de desidia en que se encuentra ese local, planta baja de un edificio de apartamentos. Lo lamentable es que allí se ha dejado al abandono lo que fue un centro comercial, en una zona llena de historia que no merece tal indolencia. ¿Qué dice el Consejo de la Administración Municipal de Centro Habana?