Acuse de recibo
Cuenta Estrella Reyes (Asunción 476-A, entre Calixto García y Samaritana, Guanabacoa, La Habana), que su esposo Gonzalo González se jubiló en febrero del 2010, y ante la opción de pago con chequera o tarjeta magnética, optó por la segunda.
En marzo, Gonzalo se dirige a la sucursal del Banco Metropolitano sita en Martí, entre Versalles y División, Guanabacoa. Y cuando teclean el número de carné de identidad (CI) que siempre él ha tenido, aparece en la computadora el nombre de otra persona, llamada Rubén Cobas y residente en Alamar.
Lo remiten a las oficinas de Carné de Identidad. Estrella va, y le aseguran allí que Rubén es quien tiene el error, porque Gonzalo siempre fue el titular de ese carné. Vuelve al Banco y explica lo que le dijeron. Le responden: Figúrate tú, eso sale así; incluso Rubén tiene dos créditos en el Banco Metropolitano de Alamar.
Estrella va a ver a un policía que conoce, quien se comunica con las oficinas de Carné de Identidad del municipio Habana del Este y con la unidad de Policía. Se obtiene la dirección y el verdadero número de carné de identidad de Rubén. El policía comprueba que el número de Rubén solo coincide en los seis primeros guarismos, no así en los cinco restantes.
Estrella vuelve al banco para que hagan el cambio. Le responden que si no se efectúa la subsanación en el banco donde Rubén tiene el crédito, no se resuelve nada. Ella se dirige al banco situado en uno de los 12 plantas de Alamar. Da el número de carné de identidad de Rubén, y lo arreglan. Pero el segundo crédito de este está en otro banco sito en la zona 6 de ese mismo barrio. Allá va y también hacen las correcciones en el CI.
Al otro día está con su esposo en el banco de Guanabacoa. Les atienden, corrigen todo supuestamente, y hacen la captación para la tarjeta magnética. A todas estas, están en abril. Les dicen que vayan el día 23 a recoger la tarjeta para cobrar. Pero el 23 no está la tarjeta. Le pagan por cartera, en efectivo, lo de marzo. Y le indican recoger el 10 de mayo la tarjeta, la cual contendría el pago de abril y el de mayo.
Tampoco está la tarjeta el 10 de mayo. Lo remiten, para que le paguen abril, al banco sito en Pepe Antonio entre Máximo Gómez y Maceo, también en Guanabacoa. Pero allí le hacen otra captación para la tarjeta magnética, la cual debe recogerse el 20 de junio.
Recogen al fin la tarjeta y les dicen que después del 23 de junio sitúan el dinero en la misma. El 25 de junio Estrella intenta cobrarle a Gonzalo en cajero automático, y no hay depositado dinero. Va al banco, y la envían a la filial municipal del Instituto Nacional de Seguridad Social (INASS). Allí, le cuenta todo a quien le atiende, Noelvis, quien cuestiona por qué el banco de la calle Pepe Antonio hizo la tarjeta, si es el de Martí donde corresponde.
Estrella llama al banco de Martí, y le dicen que tienen allí la tarjeta. Va hasta allá, y se la entregan. Le orientan que bote la que les dio el otro banco. Le pagan mayo por caja.
El dinero de junio lo cobra Gonzalo el 2 de julio, por caja. Le indican que el 23 de julio le pagan el de ese mes, por caja también, y ya el 2 de agosto cobrará su mes normal, como el resto de los jubilados. Pero ese día, cuando intenta cobrar, no hay dinero depositado en la tarjeta. Estrella va entonces al INASS municipal a ver a Noelvis, quien se comunica en el INASS provincial con Jesús, pues cuando abre la página web que relaciona los nombres de los jubilados, aparece el nombre de Gonzalo González sin número de carné de identidad.
Jesús responde a Noelvis que el banco no ha hecho las correcciones. Entonces Estrella va al banco a ver a Elda, jefa del Departamento de Banca Personal, quien le dice que espere, y regresa una hora después disculpándose: no sabe qué pasa.
Elda pide que vuelvan el 23 de agosto. Estrella explota: es una falta de respeto con un hombre que trabajó 40 años y está enfermo de artrosis, que apenas le permite caminar.
Absurdo, hasta los límites de lo insólito.