Acuse de recibo
No hubo explicación, ni consenso. A partir del 1ro. de febrero de 2010 el tren que llevaba décadas parando en el holguinero poblado de Sabanazo, dejó de hacerlo. Y los pobladores del sitio vieron fugarse por los viejos raíles su posibilidad de traslado.
Lo cuenta Luis Cruz Ávila (Sabanazo, s/n, Calixto García, Holguín), quien refiere que la parada que hacía el tren Santa Clara-Santiago de Cuba en la estación del poblado fue tristemente suspendida.
«Desde 1919 —evoca Luis— esta comunidad disfrutó de transporte ferroviario, pues está asentada a ambos lados de la vía férrea, y la carretera central queda a más de 13 kilómetros… Los trenes nacionales, provinciales y locales paraban en dicha estación, de mampostería y techo de placa, cuyo andén solo queda por debajo de estaciones como Santiago de Cuba, Alto Cedro y Las Tunas».
En dicha entidad, afirma el remitente, laboran dos operarios: uno de ellos como jefe de estación. En estos momentos ambos están ociosos, pues ni siquiera cuentan con un teléfono para mantener debidamente informados a los clientes.
«Existe un tren local Holguín-Las Tunas que hace más de dos meses no circula, pues los coches, según se comentó extraoficialmente, están en San Luis (Santiago de Cuba) en reparación. En estos momentos, nuestro Consejo Popular no tiene servicio de trenes de ningún tipo y más de 3 000 viajeros utilizaban mensualmente esta vía. Cerca hay una ESBEC, cuyos estudiantes empleaban este medio», refiere el lector.
Esta compleja situación, explica Luis, ha sido planteada en varias ocasiones en la Asamblea Municipal del Poder Popular de Calixto García, sin solución hasta este instante.
Ante estos reclamos, cuenta el remitente, se le asignaron al poblado cinco asientos en el tren Guantánamo-La Habana, pero dicho medio no para en Sabanazo y, por consiguiente, los pasajeros tienen que trasladarse a Cacocum o Las Tunas, a más de 40 kilómetros de la localidad.
Recuerda el lector que Holguín no tiene tren de viajero, y este servicio ahora lo está asumiendo ASTRO.
¿Qué causas motivaron la suspensión de la parada en Sabanazo? ¿Cuáles alternativas se podrían manejar para los residentes del sitio? ¿Por qué no se discutieron con los pobladores los elementos que condicionaron la decisión?
Por los ojos de Brian Alejandro, su niño de siete años, está mirando el mundo Diana Margarita Portuondo Caballero (Rius Rivera, No. 155, entre Hermanos Marín y Calle Iglesias, Reparto Veguita de Galo, en la capital santiaguera). Y no puede evitar la mamá que en la mirada se le impregne el color de la gratitud.
Al pequeño lo operaron de glaucoma el pasado 30 de abril en el Hospital Infantil Sur de Santiago. La atención fue de tal calidad que Diana Margarita no quiere dejar pasar el momento de las gracias.
«Quiero agradecer al oftalmólogo y cirujano Leonardo Pérez —comenta— por la profesionalidad, la dedicación y el amor demostrados con mi hijo y con las dos niñas que también fueron operadas ese día; a las anestesistas Isabelita y Gladys, y al personal del salón de operaciones. También a las enfermeras de la Sala de Oftalmología por el trato a los pacientes durante los seis días de permanencia»...
«Soy una persona un poco parca en palabras, pero quiero expresar mi infinito agradecimiento a estos maravillosos seres humanos que luchan por salvar la luz en los ojos de nuestros niños», culmina la remitente. Y firma su correo como «una madre agradecida».