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Aún esperan en la curva

«MÁS curvas que la circunvalación». Así titulamos el 22 de septiembre de 2009 el caso de la camagüeyana María Isabel Carrazana Cordero (Carretera Central Este, kilómetro 6 y medio, entre Motel y Circunvalación Sur). Aludíamos entonces a los peloteos sufridos por la lectora y su esposo luego de que fueran «reubicados» en el 2003, cuando se construyó la Circunvalación Sur-Este de la ciudad agramontina.

Desde el 2004, el compañero de la remitente visitaba semana por semana la Dirección Municipal Inversionista de la Vivienda (UMIV). A las cansadas, les dieron diez sacos de cemento y 800 ladrillos.

Con ellos y los restos del hogar demolido, se fabricaron los dolientes un «cajón» sin ventanas siquiera, para ir viviendo. Sobrevinieron gestiones, cartas, visitas a funcionarios… Todo quedó en la incertidumbre.

En respuesta a la publicación nos llega la misiva de Leonel del Risco Franco, director provincial de Vivienda en la tierra de los tinajones. Refiere Leonel que la queja fue trasladada a la Unidad Provincial Inversionista de la Vivienda, donde se confeccionó el expediente 14/09, y desde esa institución se contestó lo siguiente:

«Atendiendo a lo planteado, la promovente debe ser incluida en un plan nominalizado, pero la facultad para aprobar la inclusión en los planes le corresponde a las Comisiones de Circunscripción y/o a los Consejos de la Administración Municipal, no a la UPIV.

«Se aclara que este año, por indicaciones dadas a nivel de país, la prioridad de los planes está en las afectaciones de los fenómenos meteorológicos que azotaron la provincia (derrumbes totales y parciales; y pérdidas de techo: totales y parciales). Por tal motivo el caso será trasladado al CAM de Camagüey para su análisis».

Agradecemos la respuesta de Leonel del Risco Franco, y esperamos que el Consejo de la Administración correspondiente tome la palabra —y la acción. Al final, María Isabel y su esposo están pagando el precio de una obra estatal para la que se debió prever —o en última instancia, amortizar velozmente— las consecuencias a los afectados.

¡Agua!

Desde la cabecera provincial de Cienfuegos nos llegó, el 25 de julio de 2009, la voz de Margarita Águeda Vázquez (Ave. 66, No. 3308, apto. 2, entre 33 y 35), quien clamaba por su instalación de agua tras dilatados trámites. La misiva incluía una larga lista de gestiones en pro del líquido imprescindible.

Contaba, por ejemplo, que en agosto de 2008, de la Dirección de Acueducto y Alcantarillado municipal le habían orientado ver a su delegada y a la técnica de Vivienda del Consejo. En aquel septiembre se entrevistó la doliente con ambas compañeras; estas prometieron venir a la casa... y nada.

Luego, de la Dirección Provincial de Acueducto y Alcantarillado le dijeron que los compañeros de Vivienda debían ir a analizar el caso y reportarlo. Tampoco apareció nadie.

En fin... el dale-vira-y-vuelve fue tan grande que ya Margarita no sabía qué hacer. En enero de 2009 finalmente le facilitaron la compra de un tramo de manguera para resolver el problema. Cuando nos escribió, aún esperaba...

A propósito, más de cuatro meses después de publicada la queja, responde Ismael Díaz Coto, máxima autoridad de la Dirección Provincial de Vivienda en la Perla del Sur. Según Ismael, en entrevista sostenida con la remitente, esta refirió haber enviado su carta al periódico desde diciembre de 2008, pues había visitado Acueducto y Alcantarillado, tanto municipal como provincial, y no le daban solución.

«En el mes de marzo de 2009 se dirigió a la delegada de su Consejo Popular para plantearle el problema; quien le orientó debía canalizar su solicitud con el técnico de la Vivienda del Consejo Popular... y que luego la UMIV contratara y pagara los servicios de la empresa de Acueducto y Alcantarillado; acción realizada en su momento por la unidad inversionista».

En agosto pasado comenzó finalmente el trabajo y se terminó en octubre, informa el Director.

A nuestra gratitud por la respuesta de Ismael Díaz Coto y por la solución final de la carencia, debemos unir dos interrogantes. ¿Por qué no se aclara lo referente a los trajines de que refiere haber sido víctima Margarita? ¿Qué sucede con los responsables de tanta dilación para un asunto que podía haberse resuelto rápidamente?

 

Lisandro Otero, Niurka Duménigo, Ferio Internacional del Libro, Rusia

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