Acuse de recibo
Esta columna me ha permitido, además del privilegiado influjo popular, el intercambio con colegas de la profesión; quienes, a fin de cuentas, también son ciudadanos que corren la misma suerte de otros lectores.
Hoy me escribe Raúl San Miguel, jefe de Redacción del periódico el habanero, y residente en calle 128 número 4509, apartamento 3, entre 45 y 49, Marianao, Ciudad de La Habana. Y lo hace para contar dos anécdotas muy elocuentes acerca de un asunto cardinal, para el cual no hacen falta recursos ni asignaciones, sino solo pen-sar en el prójimo.
«El pasado miércoles me dirigí a la Agencia de Viajes Víazul, frente al Zoológico de 26, con el propósito de despedir a una amiga. Cuando llegué fui al lugar donde una empleada chequeaba los pasajeros, y esperé que terminara de atender a un turista en el idioma inglés, con una admirable dosis de amabilidad y profesionalidad por cierto.
«Sin embargo, cuando me acerqué a la compañera, una vez terminada su atención al visitante, debí repetir tres veces los buenos días, y un por favor, para que me advirtiera. En mi caso no hubo una sonrisa, solo un trato gélido. Y me pregunté: ¿Cuánto cuesta una sonrisa? ¿Será que la incluyen dentro del costo del pasaje en CUC?
«Una semana antes, me dirigí a las oficinas comerciales de ETECSA en 25 y 32. Allí, desde el custodio en la puerta, fui atendido con delicadeza (no hay otra palabra). Y en especial, la compañera Ivón demostró que el buen trato es su cultura y su trabajo. Al final, no resolví el problema, pero salí de allí satisfecho...»
Ubicada, a pesar de todoLas políticas no garantizan su cumplimiento per se, si no hay voluntad y sensibilidad de instrumentarlas. Esa es la lección que deja el caso de la joven Heidy Chibás, y la respuesta de Walter Urgellés, director provincial de Trabajo en Guantánamo.
Todo comenzó cuando aquí reflejara, el pasado 5 de mayo, la denuncia de Luis Esel Chibás, padre de Heidy: ella concluyó sus estudios en el Instituto Politécnico de Servicios Sociales Enma Rosa Chuy, de la ciudad de Guantánamo. Y fue seleccionada como la alumna más integral de su especialidad. Tenía el número uno en el escalafón, con vistas a la ubicación laboral.
Pero cuando se presentó en el Tribunal Provincial, con su boleta de empleo asignada a esa institución, allí la funcionaria de Recursos Humanos, de manera bastante descompuesta le informó que ellos no tenían presupuesto para pagarle a un adiestrado. Increí-ble, cuando se había informado que la ubicación de los egresados estaba garantizada.
En la Dirección Municipal de Trabajo, la funcionaria que atiende Adiestramiento la remitió a la Dirección Provincial, y al tiempo, le sugirió al padre que fuera buscando una ubicación para su hija. Fue entonces a la Dirección Provincial del Trabajo, y allí el funcionario que atiende los adiestrados, les informó que el Tribunal provincial había solicitado 33 egresados, y al final los rechazó a todos. Les dijo que tendrían una reunión al respecto, y de ella les daría cuenta. Fue cuando el padre de Heidy escribió a esta sección.
Al respecto, reconoce en su respuesta Urgellés que fue “inadecuada” la orientación de la funcionaria de Trabajo municipal, luego de “la mala atención brindada a la graduada y a su madre al presentarse en el Tribunal”.
Una comisión, integrada por la Dirección Provincial de Trabajo y el Tribunal Provincial, decidió ratificar la ubicación de Heidy y materializarla el pasado 11 de junio. El Tribunal provincial realizará un análisis con los dos funcionarios de esa institución responsables de tal proceder. Y la Dirección Municipal del Trabajo también depurará responsabilidades con la funcionaria que mal orientó la búsqueda de una ubicación por cuenta propia.
Urgellés precisa que, con independencia de cualquier factor negativo como este, se ha garantizado la ubicación laboral de los 2 269 técnicos medio graduados este año en la provincia; y se adoptan medidas para preservar el Plan de Ubicación.
Agradezco la respuesta del Director Provincial del Trabajo, solo lamentando que el Tribunal Provincial no lo haya hecho así, para esclarecer su responsabilidad en cuanto a la ubicación de los egresados.