Acuse de recibo
Obdulio Rodríguez Hernández, director de la Empresa de Talabartería Thaba, responde hoy a la denuncia de la lectora Misleidis Machado, reflejada aquí el 2 de diciembre de 2008.
Misleidis censuraba entonces la pésima calidad de una mochila marca Thaba adquirida por ella el 5 de octubre del pasado año 2008 en una tienda de su localidad, y que pudiera figurar como la bolsa de su tipo más efímera del mundo: el mismo día que la compró, se le averió el zíper. Al siguiente día se la cambiaron en la tienda; pero la sustituta padecía de la misma matadura. Como si fuera poco, en pocos días comenzó a rajarse.
Era con esta la segunda ocasión en que aquí alguien con la fuerza de los hechos cuestionaba la calidad de ese producto nacional; la primera fue el 21 de noviembre de 2006, bajo el título Mochilas de inquietudes.
A propósito, manifiesta Obdulio que en cuanto leyeron la queja en Acuse de Recibo, orientaron al jefe de la Sucursal de Ventas de Ciego de Ávila que se personara en el hogar de la clienta, para conocer en detalles los defectos del artículo, estudiar la irregularidad y ofrecerle otra mochila, a más de ofrecerle disculpas por lo sucedido.
En el análisis técnico del producto, se comprobó que «el defecto se originó en la confección, y no en la calidad de la materia prima utilizada. Esto no debió ocurrir, había que detectarlo en la fábrica».
Refiere el Director que la empresa y sus trabajadores se esfuerzan por elevar cada día la calidad de esas mochilas escolares, luchando contra el incremento de los precios de las materias primas y la importacion de mochilas por otras empresas. Para el presente curso escolar 2008-2009, se fabricaron y vendieron 547 000 mochilas de ese tipo en las tiendas en divisas, a un precio minorista de entre 5 y 6 CUC. Para el curso 2009-2010 prevén producir y vender 1 100 000 de ellas.
No obstante, reconoce que «dado el sentido de pertenencia que tienen nuestros trabajadores, señalamientos como estos son muestra de que debemos ser eternos vigilantes de la calidad de nuestros productos. Un artículo con problemas de calidad es un cliente inconforme y una insatisfacción nuestra, independientemente del porciento que represente del total de la producción».
Asimismo, comunica el Director que cualquier queja o sugerencia en relación con Thaba, pueden hacerlas llegar mediante los siguientes teléfonos: para Ciudad de La Habana, Pinar del Río, Matanzas, La Habana e Isla de la Juventud, el 870-3500, extensiones 117, 127 y 223. Para Villa Clara, Cienfuegos, Ciego de Ávila y Camagüey, 033-20-4516; y en Las Tunas, 031-34-8451.
Obdulio acompaña su respuesta de los criterios positivos que tienen distintas entidades comercializadoras de las producciones de esa empresa; lo más trascendente de su misiva es el reconocimiento de que un solo cliente inconforme, independientemente del porciento que represente, es una insatisfacción para ellos. Eso es respetarse a sí mismos y a los demás.
Casualmente, coincidía con la respuesta de Thaba una segunda carta de Misleidis, esta vez para contar, así como hizo la denuncia, la positiva impresión que tuvo al ser visitada y atendida por los funcionarios de esa empresa:
«Cuando Thaba vino a mi casa, me entregaron una mochila nueva, conversaron conmigo y mis familiares, me hablaron de todo lo sucedido. Me mantuve dos días en contacto con ellos. Me dieron mil disculpas, y quedé muy agradecida y emocionada.
«Afirmé más mis principios de pura cubana. Estoy convencida, con esta experiencia, de que existen empresas, organismos y direcciones muy competentes. No debemos quedarnos de brazos cruzados ante una respuesta negativa, porque siempre te encontrarás con directores conscientes y revolucionarios, quienes no dejarán que el pueblo sufra las negligencias o irresponsabilidades de alguien».
Al final, Misleidis cargó de certezas y esperanzas... su mochila vital. Valió la pena, como vale la pena esta historia para que Thaba afile sus controles de calidad aún más.