Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La mediocridad de cualquier producto en el mercado es un insulto a los consumidores, y la expresión final del despilfarro, por cuanto en ese producto se gastó materia prima, tiempo, energía y fuerza de trabajo inútilmente. Al final es una derrota de la economía nacional.

Pienso esto ahora que Luis Anache Oliva responde, por la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía en Mayarí, provincia de Holguín, a la justa queja de Haydeé Castillo, reflejada aquí el pasado 22 de julio.

Entonces, Haydeé contaba lo inconcebible: adquirió un par de zapatos por 90 pesos en la tienda La Única de Mayarí. Al día siguiente se los estrenó, caminó solo dos cuadras con ellos y ya los mismos estaban rotos.

El esposo de Haydeé habló entonces con la subdirectora de Comercio municipal, y la funcionaria le dijo sencillamente que en ese momento no tenía respuesta para el problema. Y tanto Haydeé, como este redactor, se rebelaban contra tanta desconsideración, bastante frecuente en nuestro mercado en pesos y en convertibles, de vender productos sin calidad mínima, engendros de chapucería que al final burlan el bolsillo ciudadano. ¿Con qué derecho?

Al respecto, señala Anache que, luego de entrevistar a Haydeé y a los funcionarios involucrados, se llegó a la conclusión de que «los zapatos no tenían calidad», aunque aparentemente estaban en buen estado. Y los identifica: pertenecen al llamado Mercado Artesanal Industrial y su proveedora es la Empresa Universal. Por demás, esta entidad no ofrece garantía para ese producto.

Refiere el funcionario que el esposo de Haydeé se dirigió al administrador de La Única, y este no tenía información sobre el mecanismo a utilizar en tal caso. Posteriormente se dirigió a la subdirectora comercial, y esta le dijo que debía consultar con el Sectorial provincial de Comercio. Y es cuando este orienta devolver el dinero a los clientes afectados por la compra de zapatos de ese lote, así como devolver los zapatos al suministrador. En total se devolvieron 627 pares del calzado.

Aclara que Haydeé no se presentó a devolver el par adquirido, a pesar de que fue divulgado a todos los consumidores que visitan la unidad.

Y reconoce que «los cuadros a los que el compañero se dirigió no dieron seguimiento hasta el final a la inconformidad (con razón por parte del cliente); pero teniendo en cuenta la buena trayectoria laboral y social de los mismos y los años de experiencia en la rama, el Consejo de Dirección de la empresa acordó aplicarles la medida disciplinaria de amonestación pública. Además, se crearon las medidas organizativas como crear una comisión que revise todos los productos recibidos de La Universal».

Al final, se visitó a Haydeé, se recogieron los zapatos, y le fue remunerado el valor de los mismos.

Agradezco la respuesta, pero al final se dilapidaron recursos, y una entidad gastó en algo que después tuvo que recoger, con las consiguientes pérdidas para la economía del país, que es quien paga los platos rotos. Exigir por la calidad de un producto que se contrata es algo tan elemental, como para descubrirlo a partir de la justa molestia de una consumidora engañada. Lo que debía ser universal es la calidad y el respeto al bolsillo ciudadano.

El pasado 16 de julio, el lector Dagoberto López censuraba el hecho de que hacía más de dos meses, 30 nuevos ómnibus permanecían ociosos en el paradero de la localidad capitalina de Guanabacoa, con tantos problemas de transportación que tienen los de ese municipio.

Al respecto, responde Mario Carabeo, director de la Empresa de Ómnibus Urbanos de Ciudad de La Habana, quien reafirma la política seguida por el Ministerio de Transporte de que los nuevos ómnibus no pueden ponerse en marcha hasta tanto no se recuperen las vías, con el objetivo de preservar su estatus de garantía y evitar su deterioro acelerado.

Precisamente el propio día en que salió la queja, se realizó en recorrido un chequeo por las vías donde circularán los ómnibus, las cuales ya se encuentran en fase de terminación. Tan pronto se concluyan se pondrá en explotación el nuevo parque, en el siguiente orden: 195, 5, 3, 116 y 29.