Acuse de recibo
Frecuentemente esta sección refleja las insatisfacciones y censuras acerca del trabajo de las entidades de Recursos Hidráulicos; pero no por ello debemos obviar las críticas a ciertas indisciplinas de algunos ciudadanos, que deterioran aún más las redes de acueducto y alcantarillado.
El 19 de julio pasado, reseñé la denuncia de la lectora Mercedes Rodríguez, acerca de la circulación masiva de albañales, como consecuencia de un salidero, en calle 88 y avenida 95, en la localidad habanera de Alquízar; y de los infructuosos reportes de los vecinos al respecto.
Hoy responde Abel Salas, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en la provincia de La Habana, quien señala que de inmediato se procedió a la desobstrucción de 400 metros del colector con el carro de alta presión y el camión limpia fosas; y queda pendiente otro tramo de 200 metros.
Precisa que en el segmento desobstruido se encontraron varios sacos llenos de estopas con limallas de torno y otros desperdicios.
Salas significa que la obstrucción de los colectores de aguas albañales en la zona se debe a «los excesivos años de explotación sin el mantenimiento requerido, agravado por las indisciplinas de los propios pobladores, que vierten a la red cualquier tipo de objeto, desperdicios de tejidos, vísceras de animales y excrementos de cerdos con alto poder destructor de las tuberías...»
Insiste en la urgencia de que los ciudadanos cobren conciencia acerca del cuidado y protección de los colectores, diseñados solo para dar salida a las aguas negras. Y agradece la posibilidad de dar explicaciones como esta, «que no deberían llegar a la prensa si nuestros directivos y trabajadores mantuvieran una atención adecuada a sus funciones, y si las estructuras de Atención a la Población, creadas en cada una de las entidades municipales de Acueducto y Alcantarillado, tramitaran y controlaran la solución de los problemas expuestos por cualquier ciudadano, con la celeridad y responsabilidad que merecen».
La segunda misiva de hoy la envía Wilfredo García Saborido, director de la Empresa Provincial de Transporte en Cienfuegos, en respuesta a la queja de Aida de las Fuentes Medina, residente en la Perla del Sur, reseñada el pasado 28 de septiembre.
Entonces, Aida censuraba el hecho de que el baño de la Terminal de Ferrocarriles de esa ciudad se hubiera cerrado al servicio de los pasajeros, y que solo tuviera en funcionamiento uno de los cuatro televisores con que contaba.
Y en cuanto a la Terminal de Ómnibus de esa ciudad, Aida descubrió que el baño de mujeres también estaba cerrado. Y al lado, en el de hombres, había una larga cola de damas y caballeros que se alternaban en aquel remedo unisex, y pagaban a un señor que cuidaba el mismo y cobraba la entrada, pero adentro del recinto.
La lectora no concebía que una terminal totalmente remozada hace apenas un año, ya tenga baños rotos y clausurados, y haya que sufrir promiscuidad tal, que tanto nos degrada.
Al respecto, responde el directivo que el cierre de los baños de la estación ferroviaria fue motivado por serias situaciones con el desabastecimiento de agua; pero al propio tiempo reconoce que existió negligencia y falta de preocupación por la administración de ese centro, en cuanto a buscar alternativas y evitar molestias a los viajeros.
En cuanto a los televisores, se pudo comprobar que se encuentran «defectados» por el personal técnico, y la administración está enfrascada en su reparación. Por lo pronto, le fueron asignados dos telerreceptores.
Y en cuanto a la Terminal de Ómnibus, sostiene que aunque esa unidad fue remozada, no pudo acometerse la reparación del baño de mujeres dada la envergadura de su rotura, con tupiciones y filtraciones por debajo de sus pisos. Ya fueron concluidos los trabajos y se brinda el servicio.
Y en cuanto al remedo unisex con un hombre custodiando internamente el baño, considera que refleja «total falta de valores». Ello motivó que se tomaran medidas y se agilizaran las reparaciones del baño femenino. Y en cuanto al cobro del servicio sanitario, precisa que quedó especificada la gratuidad de esos servicios.