El primer vigilante de esta red, Sentinel-1A, fue lanzado con éxito el jueves por la noche desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana Francesa. Autor: El Mundo Publicado: 21/09/2017 | 05:47 pm
Más inundaciones, sequías e incendios forestales en Europa. Son algunas de las previsiones que recoge el informe del Panel Intergubernamental de la ONU sobre cambio climático (IPCC), que analiza el impacto y los efectos a corto y medio plazo de los cambios en el clima, y cuya presentación en Japón se ha producido la misma semana en la que la Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto en marcha su programa de satélites de observación terrestre más ambicioso con el que pretende obtener información para luchar contra el calentamiento global, informa El Mundo.es
Copérnico, como ha sido bautizada esta red europea para la monitorización del Medio Ambiente, utilizará una constelación de satélites que de forma permanente tomarán el pulso al estado de la Tierra y medirán los cambios que se registren en el nivel del mar, el hielo del Ártico, los bosques o la atmósfera. Uno de los principales objetivos de este programa, además, será ofrecer la mejor información posible para gestionar de manera más rápida y eficaz tanto las catástrofes naturales como aquellas provocadas por la acción del hombre, como los vertidos de petróleo.
El primer vigilante de esta red, Sentinel-1A, fue lanzado con éxito el jueves por la noche desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú, en la Guayana Francesa. A las 23:02, hora peninsular española, despegó a bordo de un cohete Soyuz y apenas media hora después, los ingenieros recibieron la primeras señales del satélite, que trabajará desde un órbita polar, a una altura de algo menos de 700 kilómetros.
«Está previsto que la primera imagen del satélite nos llegue unos diez días después del lanzamiento, durante la etapa de verificación, con la que espero empezar a mostrar el potencial de la misión. Después, durante los tres meses siguientes, se irán generando más poco a poco. A finales de julio empezaremos a inundar a los usuarios con imágenes», explicó Ramón Torres, jefe del proyecto Sentinel-1 en la ESA, a través de un correo electrónico desde Kourou.
A finales de 2015, se lanzará el segundo satélite, Sentinel 1-B: «Es idéntico al 1-A. Operará en la misma órbita con 180 grados de separación, doblando la frecuencia de adquisición de datos», añade el ingeniero. El satélite está dotado de un avanzado y potente radar, que le permite operar de forma continua, de día y de noche y bajo cualquier condición meteorológica.
Los satélites Sentinel (que se irán desplegando a lo largo de cinco misiones que serán lanzadas paulatinamente hasta 2020) son el corazón de programa Copérnico (antes denominado GMES), que está financiado por la Comisión Europea y contará con un presupuesto total de unos 3 600 millones de euros. La red también utilizará datos de otros satélites de observación terrestre.
Sentinel 1-A, aunque lleva combustible para unos 12 años, está previsto que esté operativo durante siete. En este periodo, el satélite, que puede hacer barridos de hasta 400 kilómetros, suministrará unos 8.000 gigabits diarios de imagen. Según la ESA, Sentinel 1-A será capaz de realizar un mapa completo del mundo cada 12 días.
Las imágenes obtenidas por Sentinel 1-A tendrán también tendrá aplicaciones en el campo de la seguridad, y se usarán para el control de los cultivos terrestres, la vigilancia del tráfico marítimo o el control de fronteras.