Un récord en la resolución de las impresiones en colores fue conseguido por un equipo de investigadores de Singapur que, utilizando nanotecnología, logró conseguir resoluciones increíbles de 100 000 dpi. Esta supera con creces a las tradicionales impresoras de inyección de tinta, que tienen una resolución media entre 600 y 1 200 dpi, y hasta sistemas industriales láser más potentes, los cuales pueden alcanzar hasta 10 000 dpi. La nueva modalidad utiliza estructuras nanométricas de metal, por lo que no necesita tintas ni pigmentos como las impresoras actuales.