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Fraudes telefónicos (I)

Con el auge vertiginoso del uso de los servicios celulares, y un mayor acceso a la red mundial de redes, han comenzado a aparecer en Cuba múltiples hechos de fraude

Autor:

Luis Manuel Díaz Naranjo*

El fraude en las telecomunicaciones es un fenómeno global que afecta a todas las operadoras del mundo, las cuales se ven obligadas a destinar recursos adicionales para mitigar sus efectos y a su vez sufren por esa razón cuantiosas pérdidas. La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, Etecsa, no está exenta de este fenómeno.

El origen del fraude tiene entre sus principales causas el lucro personal, el hacer dinero, obtener servicios evadiendo los pagos, la búsqueda de anonimato —muy propicio para actividades ilícitas—, para probar capacidades o conocimientos, establecerse retos, por competencia o diversión, y muchas otras razones.

En la última década el escenario de las telecomunicaciones en Cuba se ha caracterizado por el auge del uso de los servicios celulares, y un mayor acceso a la red mundial de redes, Internet.

Esto amplía las posibilidades para la comisión de hechos de fraude, los cuales comprometen la disponibilidad y calidad de los servicios que se ofertan y, por tanto, afectan la imagen de la empresa.

Según las disposiciones legales cubanas, existe fraude si una parte infunde una falsa creencia a la otra o la confirma en ella, a fin de que emita una manifestación de voluntad que en otras circunstancias no habría hecho.

La evasión del pago del servicio es uno de los fraudes más comunes, si bien Etecsa define en la Resolución 3/2013 el fraude en las telecomunicaciones como: «El uso ilegal de los medios de telecomunicaciones. Todo acto por eludir o burlar el pago de los servicios, revendiendo o no el mismo y ocasionando daños a terceros, provocando a su vez pérdidas económicas y/o de credibilidad al proveedor de servicios de Telecomunicaciones».

Por ende, el control del fraude es el conjunto de acciones llevadas a cabo por los dirigentes, funcionarios, especialistas y demás trabajadores de la empresa, encaminadas a prevenir, detectar, investigar y eliminar el fraude en las telecomunicaciones.

En los móviles

La mayoría de los fraudes en servicios móviles son organizados e implementados desde el exterior, pero necesitan de la complicidad de defraudadores en el país, sin los cuales no puede efectuarse la comunicación.

Uno de los más comunes es el Bypass, término en inglés empleado para definir un camino cuyo uso obvia totalmente a otro, el cual se manifiesta en Cuba como llamadas telefónicas y SMS que suplementan el papel de las Centrales Telefónicas Internacionales y el Centro SMS de Etecsa.

Esta modalidad de timo consiste en la tramitación hacia el exterior de mensajes cortos de texto (SMS) por la tarifa establecida para los SMS nacionales, utilizando a Internet como vía alternativa.

Etecsa establece que los mensajes internacionales deben transitar a través de su Centro de Mensajes de Cubacel, que tiene la función de tramitarlo hacia un SMS Center o Concentradores dedicados a estos efectos en el exterior, según corresponda acorde al destino y acuerdos vigentes, encargados de hacerlos llegar a sus destinatarios en todos los países del mundo.

Para la realización del fraude y evadir las tarifas vigentes, quienes cometen el Bypass instalan en el país plataformas ilícitas, a cuyas estructuras se incorporan varias líneas celulares de clientes legítimos, encargadas de recibir los mensajes nacionales, que son tramitados a través de Internet, a destinos internacionales.

Una vez recibidos los mensajes por las líneas nacionales dedicadas ilícitamente a esa actividad, los detalles de los mensajes son reenviados a una computadora, donde se instalan y residen un grupo de aplicaciones con funciones muy específicas para almacenarlos, procesarlos y posteriormente enviarlos a un servidor en el exterior, y encaminarlos a un SMS Center, suplantando el rol que le corresponde a la empresa.

Además de que se trata de una estafa evidente a los operadores de telecomunicaciones, este tipo de engaño es también dañino para el usuario, ya que en las computadoras utilizadas para ello permanecen las trazas de la mensajería y el contenido de los mensajes, violando totalmente la privacidad de las comunicaciones.

Los organizadores en el exterior se ocupan de divulgar los «servicios» que han dedicado al fraude, y a establecer los vínculos necesarios para darle la continuidad a los mensajes recibidos desde Cuba por la vía ilegal, por los cuales reciben dinero para su beneficio personal y que también utilizan para el pago a los defraudadores  en la Isla.

Bypass de voz

El Bypass de voz se refiere a llamadas telefónicas que entran o salen del país por vías alternativas, las cuales dejan de ser tramitadas por nuestras Centrales Internacionales, que sí garantizan la calidad y seguridad necesaria de las comunicaciones.

La empresa ve afectados sus ingresos, su imagen y credibilidad al ser cuestionada la calidad de las comunicaciones por los usuarios finales en Cuba, y por Teleoperadores Internacionales con los cuales se establecen y mantienen acuerdos bilaterales para el tráfico de llamadas, al considerar que Etecsa ofrece precios preferenciales y que afectan sus ingresos, al perder clientes potenciales.

Aunque existe el Bypass en ambos sentidos, tanto para llamadas de salida como de entrada para los celulares en Cuba, lo más común es encontrar el fraude de Bypass para el tráfico de entrada, que provoca cuantiosas pérdidas de ingresos al país.

Las llamadas originadas en el exterior son terminadas a través de Internet en Cuba en viviendas o entidades estatales con acceso a Internet, y son distribuidas automáticamente a través de la Red Telefónica Nacional como llamadas locales, utilizando para ellos dispositivos de tecnología avanzada, no comercializados en el país, los cuales son entrados de forma ilegal.

Para lograr lo anterior, los defraudadores en Cuba se dedican a la búsqueda incesante de nuevos servicios móviles de clientes de la empresa para mantener a toda costa su plataforma ilícita y no comprometer su identidad.

Etecsa ha aplicado diferentes medidas sancionadoras a titulares implicados en estas estafas, que van desde la suspensión temporal del servicio telefónico fijo o móvil, hasta la resolución o cierre definitivo del contrato y el pago de una indemnización por los perjuicios causados por acción u omisión.

Determinados hechos, dadas su magnitud y relevancia, han sido llevados a los tribunales, tipificándose como delitos de estafa, actividad económica ilícita o receptación.

Los contratos firmados por los clientes son violados al darse un uso ilícito e inadecuado de los servicios y sus titulares deben abstenerse de ceder, prestar, alquilar sus líneas telefónicas fijas o móviles o datos personales, para no verse envueltos en complejos procesos investigativos con consecuencias negativas para ellos, independientemente del conocimiento o no que tengan de la actividad que con ellas se realizaban.

La mayoría de los propietarios de líneas de servicios fijos y móviles son manipulados por los defraudadores que obtienen el servicio para la actividad ilegal a muy bajo costo, mientras obtienen ganancias personales en vinculación con personas en el extranjero.

  • Director de Comunicación Institucional de Etecsa

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