Josefina Vidal y Gustavo Machín en la conferencia de prensa. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 06:47 pm
Conferencia de prensa ofrecida por Josefina Vidal Ferreiro, directora general de la Dirección General de Estados Unidos del MINREX, en el Centro de Prensa Internacional, el 12 de enero de 2017, “Año 59 de la Revolución”.
(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)
Josefina Vidal.— Hoy, 12 de enero, los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos suscribieron un nuevo acuerdo migratorio, que entró en vigor esta misma tarde.
En este momento, este nuevo acuerdo migratorio está totalmente en vigor.
Este acuerdo que se denomina Declaración Conjunta, reitera el interés de ambos gobiernos de normalizar las relaciones, basados en los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y la voluntad política de fortalecer los vínculos bilaterales y de establecer nuevos entendimientos en temas de interés común.
En este sentido, el acuerdo reconoce la necesidad de facilitar la migración regular en beneficio de los dos países, de prevenir la migración irregular e impedir las salidas riesgosas que ponen en peligro la vida humana y de luchar contra los actos de violencia asociados a este fenómeno y los delitos conexos, como la trata de personas y el tráfico de personas.
Quiero dar ahora la palabra a Gustavo Machín, subdirector general de la Dirección General de Estados Unidos de la Cancillería, para que les ofrezca detalles sobre el contenido de este acuerdo.
Gustavo Machín.— Sobre las bases antes señaladas por Josefina, el acuerdo firmado entre Cuba y los Estados Unidos establece que:
Primero, los Estados Unidos eliminarán la política de “pies secos-pies mojados” y el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos, y aplicarán a los ciudadanos cubanos el mismo procedimiento y normas migratorias que a los ciudadanos de otros países, es decir que a los centroamericanos, mexicanos, suramericanos, a todos se les aplicará la misma política.
A partir de esta tarde, los Estados Unidos se comprometen a devolver y Cuba recibirá a todos los ciudadanos cubanos que sean detectados por las autoridades estadounidenses tratando de entrar o de permanecer irregularmente en ese país en violación de sus leyes.
Los Estados Unidos continuarán garantizando la migración regular desde Cuba con un mínimo de 20 000 personas anuales.
Los dos países promoverán la cooperación bilateral para prevenir y procesar a los implicados en el tráfico de personas y los delitos asociados a los movimientos migratorios que ponen en peligro su seguridad nacional, incluyendo el secuestro de aeronaves y embarcaciones.
Cuba aceptará que personas incluidas en la lista de 2 746 ciudadanos cubanos que emigraron por el puerto de Mariel en 1980 y fueron considerados inelegibles para permanecer en los Estados Unidos, según el Comunicado Conjunto del 14 de diciembre de 1984, y que no pueden ser devueltos, que sean sustituidos por otras personas y retornados a Cuba.
Cuba también considerará la devolución de otros casos de ciudadanos cubanos que se encuentran actualmente en los Estados Unidos y antes de esta Declaración Conjunta hayan violado las leyes de ese país y las autoridades estadounidenses hayan determinado que no pueden permanecer en su territorio.
Las autoridades competentes de Cuba y los Estados Unidos se reunirán de forma periódica para evaluar la marcha de los acuerdos.
Salvo lo dispuesto por esta Declaración Conjunta, se mantienen en vigor los otros acuerdos migratorios alcanzados anteriormente por Cuba y los Estados Unidos, es decir, los Comunicados Conjuntos del 14 de diciembre de 1984 y del 9 de septiembre de 1994 y la Declaración Conjunta del 2 de mayo de 1995. Por ejemplo, se ratifica la decisión de ambas partes de impedir las salidas ilegales por la vía marítima, y, por tanto, se mantiene el compromiso de los Estados Unidos de devolver a Cuba a todas las personas que sean interceptadas en el mar o a quienes penetren en la Base Naval en Guantánamo.
Josefina Vidal.— Desde hace varios años había sido un interés permanente del gobierno de Cuba adoptar un nuevo acuerdo migratorio con los Estados Unidos, para solucionar los graves problemas que continuaban afectando las relaciones migratorias, a pesar de la existencia de acuerdos bilaterales en esta esfera.
Por primera vez Cuba formalizó esta propuesta en el año 2002; volvió a presentar un proyecto de nuevo acuerdo migratorio en 2009, el cual fue actualizado en 2010 y más recientemente el 30 de noviembre de 2015.
Después de prácticamente un poco más de un año de negociaciones, se ha llegado a este nuevo acuerdo, con el cual Cuba y los Estados Unidos dan un paso importante para el avance de sus relaciones migratorias, sobre todo, porque se elimina la política de “pies secos-pies mojados” y el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos que, al admitir automáticamente en el territorio de los Estados Unidos a los ciudadanos cubanos que llegaban de manera irregular y sin importar las vías y medios empleados y alentar el robo de cerebros, promovieron durante años la migración irregular, insegura y desordenada desde Cuba, socavando la letra y el espíritu de los acuerdos migratorios vigentes.
Estas políticas formaron parte del arsenal de medios empleados durante más de cincuenta años por diferentes gobiernos de los Estados Unidos contra la Revolución Cubana. Su implementación provocó crisis migratorias, la pérdida de vidas humanas, secuestros de naves y aeronaves; la comisión de delitos como el tráfico de emigrantes, la trata de personas, el fraude migratorio, el uso de la violencia, con un impacto extraterritorial desestabilizador creciente sobre otros países de la región, utilizados como tránsito para llegar a territorio estadounidense.
Asimismo, el Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos incitó a personal de la salud de nuestro país que colabora en terceras naciones, a abandonar sus misiones y emigrar a los Estados Unidos, convirtiéndose de este modo en una práctica censurable que dañó los programas de cooperación médica internacional de Cuba y privó de algunos de estos recursos humanos vitales a nuestro país y también a las naciones receptoras que tanto lo necesitan.
Con la adopción de esta Declaración Conjunta en el día de hoy, se elimina un detonante de crisis migratorias; los Estados Unidos logran una emigración legal, segura y ordenada desde Cuba; se desestimula el tráfico de personas y otros delitos relacionados; se pone fin a una política de doble rasero discriminatoria hacia los emigrantes de otros países y se promueve una cooperación de beneficio mutuo y para la región, no solo en el área migratoria, sino también en otros temas, como el enfrentamiento a amenazas a la salud.
Para poder ser consecuentes con el espíritu y la letra de esta Declaración Conjunta; garantizar una migración regular, segura y ordenada; enfrentar con efectividad las amenazas a la seguridad de ambos países que se derivan de la emigración irregular y alcanzar relaciones migratorias normales entre Cuba y los Estados Unidos, será necesario también que el Congreso estadounidense derogue la Ley de Ajuste Cubano de 1966, única de su tipo en el mundo y que no se corresponde con el contexto bilateral actual.
El 14 de enero de 2013 —mañana hará cuatro años—, el gobierno de Cuba comenzó a aplicar la actualización de su política migratoria, que facilitó los viajes de los ciudadanos cubanos al exterior. Este proceso ha transcurrido con normalidad.
El gobierno de Cuba ratifica su compromiso con una migración regular, segura y ordenada y espera que el gobierno de los Estados Unidos cumpla escrupulosamente este acuerdo.
Cuba continuará garantizando el derecho a viajar y emigrar de los ciudadanos cubanos y de regresar al país, de acuerdo con los requerimientos de nuestra ley migratoria. Asimismo adoptará paulatinamente otras medidas para actualizar la política migratoria vigente y ajustarla a las condiciones del presente y del futuro, incluyendo la realización de cambios en la legislación estadounidense aún vigente en esta materia.
Muchas gracias a todos. Y podemos responder algunas preguntas.
Moderador.— Entonces, como hablamos, les ruego a los colegas que van a preguntar, usar el micrófono habilitado en la sala.
Sergio A. Gómez (Granma).— Buenas noches.
En la declaración que emitió el presidente Obama y que publicó la Casa Blanca, se habla de que las autoridades estadounidenses devolverán a todos los cubanos que entren de manera ilegal o irregular, excepto en los casos que sean de ayuda humanitaria. ¿Usted podría ampliarnos qué significa este término?
Gustavo Machín.— Creo que debo reiterarlo: el texto del Acuerdo Migratorio o la Declaración Conjunta acordada entre ambos países establece que a partir de esta tarde los Estados Unidos se comprometen a devolver y Cuba a recibir a todos los ciudadanos cubanos que sean detectados por las autoridades estadounidenses tratando de entrar o de permanecer irregularmente en ese país, en violación de sus leyes. Ese es el texto de nuestro acuerdo y es lo que hemos acordado ambos países.
Andrea Rodríguez (AP).— Hay dos inquietudes: una está relacionada con esto, estamos en una transición entre el gobierno de Obama y el gobierno de Trump, ¿en qué medida cree que esta decisión empuje a Trump a tomar una política diferente o no en torno al deshielo con Cuba?
Y otra cuestión es: Partiendo de la base de que toda la emigración o la gran mayoría de ella es una emigración de tipo económica, esto abre nuevos desafíos ahora en el caso de una situación más normal entre Cuba y Estados Unidos, por ejemplo: va a haber menos remesas, ¿en qué sentido cree el gobierno cubano que esto va a impactar en su economía? Por ejemplo, hay dramas migratorios en el caso de guatemaltecos o mexicanos, ¿en qué medida cree que los cubanos vayan a vivir ahora esa crisis humanitaria que también viven otros emigrados latinoamericanos?
Josefina Vidal.— Lo que puedo decir, en sentido general, es que con este Acuerdo Migratorio se iguala a Cuba y a los cubanos, en términos de tratamiento migratorio, al resto del mundo. Y este había sido un viejísimo reclamo de Cuba, en tanto la política vigente hasta ahora y que con este acuerdo queda superada, implicaba un tratamiento preferencial únicamente para los cubanos, estableciendo una diferencia entre el trato que recibían nuestros ciudadanos y el resto de los ciudadanos de otros países del mundo. Pero a su vez, creaba serios problemas para la seguridad de Cuba, para la seguridad de los Estados Unidos, y problemas para la seguridad de nuestros ciudadanos que se veían expuestos, por medio del aliento que implicaban estas políticas preferenciales, al tráfico de personas, fraude migratorio, violencia, y realmente la aprobación de este acuerdo conlleva medidas dirigidas a eliminar todos estos problemas.
Con el trato igual que se va a empezar a dar a los cubanos, se está eliminando un problema grave para la seguridad de ambos países, pero también para la seguridad de nuestros ciudadanos. Creo que eso es algo importante y fue lo que estuvo detrás del reclamo de Cuba por muchos años en sus pedidos al gobierno de los Estados Unidos de eliminar tanto estas prácticas como la legislación que todavía sigue vigente.
En relación a cómo esto puede ser interpretado, continuado, aceptado o asimilado por el gobierno que va a asumir próximamente, la semana que viene, en los Estados Unidos, creo que hay que preguntarle a ese gobierno. Pero de nuevo, nosotros vemos que con lo que se corrige mediante esta Declaración Conjunta se está dando un paso importante que responde al interés nacional de Cuba, pero también al interés nacional de los Estados Unidos.
Dicho esto, creo que entonces habría que dirigirle la pregunta al gobierno de los Estados Unidos.
Michael Voss (TV China).— Buenas noches. Si puede darme su reacción a este cambio y la importancia del acuerdo.
Josefina Vidal.— Le puedo reiterar lo que hemos dicho en otras ocasiones, en el sentido de que en la agenda de temas de Cuba, en este proceso iniciado para avanzar hacia la mejoría de las relaciones, teníamos y tenemos un grupo de asuntos que son de vital importancia para nuestro país, porque provienen de una etapa anterior en la que algunas de estas políticas pendientes de solución se estuvieron usando durante más de cinco décadas como parte de un arsenal, de una proyección, de una posición y de una política agresiva y hostil hacia nuestro país. Por tanto, queda resuelto en el día de hoy, con este nuevo Acuerdo Migratorio, una parte de esos problemas del área migratoria, que eran temas pendientes y afectaban la relación bilateral en su conjunto, no solamente en la esfera migratoria.
Como ustedes saben, hay una lista de temas pendientes en nuestro proceso bilateral. Nosotros siempre hemos hablado del levantamiento del bloqueo, de la devolución a Cuba del territorio ocupado por la Base Naval de los Estados Unidos en Guantánamo; pero también en nuestra lista estaba la continuidad de este trato migratorio preferencial, único de su tipo en el mundo, para los ciudadanos cubanos, por tanto, con esta medida se eliminan al menos dos de esas políticas. Todavía tendrá que ser revisada la Ley de Ajuste Cubano para que se puedan realmente alcanzar relaciones normales en el área migratoria. O sea, hoy quedan eliminados dos de esos escollos en la esfera migratoria. Y, bueno, seguiremos entonces trabajando con el gobierno de los Estados Unidos o con los futuros gobiernos de los Estados Unidos en función de avanzar hacia la normalización de las relaciones y solucionar el resto de los temas que permanecen vigentes, muchos de los cuales afectan la soberanía de Cuba.