La planta nuevitera es la reguladora de las frecuencias y voltajes del Sistema Electroenergético Nacional. NUEVITAS. Camagüey.— Vecinos de los repartos más cercanos a la Termoeléctrica Diez de Octubre, de Nuevitas, se preguntaron una y otra vez por qué sonó durante horas y sin receso la sirena de la importante industria.
Poco después del paso del huracán Ike por esta ciudad la incógnita quedó aclarada, y la respuesta asombraría a quienes la alarma le retumbó en los tímpanos.
«Era tanto el viento y su furia que la chimenea más alta, de cerca de 200 metros de altura, se transformó en un insoportable pito», comentó a nuestro diario Carlos Caballero Saco, jefe de producción del centro.
Imagine entonces por segundos las ráfagas que esta central eléctrica resistió: «Todo vibraba y traqueaba por tener la institución cristalería en varios de sus locales; volaron las cubiertas de la Planta de Hidrógeno, de la Casa de Petróleo y de los diferentes almacenes; se partieron los cuatro descargadores de válvulas de la subestación (pararrayos), y hasta los tan necesarios aislamientos de tuberías y conductores de las calderas, que ante la humedad evitan una explosión, fueron arrancados», explicó Juan Manuel Crespo Salas, director general de la central.
A pesar de lo descrito, estos daños no serían los más severos que enfrentó la termoeléctrica nuevitera, sino que por primera vez en sus cerca de 40 años de vida esta se quedó sin generar electricidad en sus tres unidades (U-3, U-5, U-6) y también dejó de recibir alimentación del Sistema Nacional.
O sea, que la oscuridad no era solo en las ciudades de varias provincias del país, sino que la misma Termoeléctrica quedó en igual situación durante el paso de Ike.
Difícil arbitrajeBañada por las aguas del mar se encuentra la importante industria. A pocos metros de la costa, la U-6 resistió un mar embravecido como pocos vistos en esta tierra de pescadores durante más de medio siglo.
Por eso, a pesar del deseo de muchos de mantener los bloques generando mientras los vientos lo permitieran, la U-6 no pudo aguantar los embates y cerca de las diez de la noche del domingo 7 de septiembre se desconectó del Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
«Esta unidad está muy pegada al mar, prácticamente en el canal. Fue como la barrera de protección de las restantes plantas. Nos dolió como a ninguna desactivarla, porque estaba en fase de prueba después de un mantenimiento de 40 días», señaló el Director.
Entre la decisión de mantener a toda costa la vitalidad del sistema eléctrico de la fábrica o para evitar daños mayores tener que abrir los circuitos gradualmente, por plantas y en dependencia del azote de los vientos, los trabajadores se enfrentaban a una gran disyuntiva profesional y complejo «arbitraje» tecnológico.
«Cerca de la media noche la U-5 salió del sistema, por presentar grandes oscilaciones de carga en cortos intervalos de tiempo no permisible para su técnica», expresó el ingeniero Crespo Salas.
El tiempo pasaba, pero la realidad era una: ¿Qué pasaría justamente después de la medianoche en la Termoeléctrica? Así llegaría el lunes 8 de septiembre, para quienes pasaron el ciclón dentro de la fábrica.
Lo cierto es que de tres bloques en funcionamiento antes de la indeseada visita de Ike, solo uno quedaba en pie, la U-3, que a pesar de ser el más pequeño en capacidad de generación, aguantó más que ningún otro.
La decisión para entonces era irrevocable, «hasta que aguante la U-3 la embestida del huracán». Nada pudo contra los vientos huracanados. Justo cuando más se acercaron las ráfagas del ojo a este territorio, cerca de las dos de la mañana, la última planta que tributaba al país también se iba del sistema.
«Cuando esto sucede los trabajadores decimos que la “Termo” está en frío, pero aquí la temperatura se congeló, pues la fábrica no solo dejó de prestar servicios, sino que se quedó sin alimentación del servicio nacional», recalcó Fidel Alejandro Zamora, quien junto a 38 hombres se mantuvo laborando en la Sala de Control de Unidades de 125 MW y en los diferentes puestos clave.
Recuperación en calienteLa planta nuevitera, en el centro del SEN, es la reguladora por excelencia de las frecuencias y voltajes que tanta estabilidad demandan los cientos de miles de equipos electrodomésticos e industriales existentes en el país.
Al desestabilizarse estos dos elementos, las consecuencias pueden ser muy costosas y perjudiciales. Por eso en esta institución las acciones para la recuperación ante los perjuicios dejados por Ike comenzaron, incluso, bajo agua y ráfagas de viento.
«Bajo torrenciales aguaceros, Duniezky y yo corrimos desde la Sala de Control hasta la Subestación, para restablecer el grupo electrógeno», recordó Leonardo Roque, mientras Fidel Alejandro narró cómo varios de sus trabajadores ubicados en puestos clave tuvieron que realizar operaciones complejas.
«Fue necesario abrir esquemas contra incendio y así proteger los calentadores de aire regenerativos en la zona de la caldera».
Durante cinco días no hubo energía ni para el reloj eléctrico de la sala. Ante esta situación un nuevo proceso, pero de resistencia, se inició entre las paredes de la industria.
Candela y maniguetaPor las características de la termoeléctrica era necesario mantener girando las potentes turbinas de las unidades 3, 5 y 6 para evitar la flexión de sus ejes y así una rotura casi irreversible.
«Como no había corriente hubo que mover los turbos (ventiladores gigantes) a manigueta», dijo el operador Demnis Machado, quien durante cinco días, al igual que el resto de sus compañeros, movieron manualmente y sin parar los turbogeneradores.
Cuando todo parecía restablecerse, ya con fluido eléctrico, explotó el cubículo que alimenta a la U-3, la más importante por ser la suministradora del vapor que necesitan el resto de las unidades en el arranque y generación.
«A los cinco días comenzamos el arranque de la turbina y sincronizamos la U-3, y en horas de la noche el interruptor de 6 000 volt estalló debido a la humedad», explicó el Director.
El fundador José Rolando Pérez aún trabaja en los daños originados por Ike. A pie de obra se instaló un nuevo interruptor en un cubículo aledaño, pero una nueva explosión sorprendió a todos: «La humedad, junto a una falla de aislamiento del cable, nos jugó una mala pasada», asegura José Rolando Pérez, fundador de la planta. Pero ante la avería no hubo discusión. «Nos trasladamos de inmediato y resolvimos la situación», concluyó Rolando Pérez.
La recuperación no termina, porque los cerca de 900 trabajadores de la Termoeléctrica continúan trabajando en el mantenimiento de todos los accesorios e implementos tecnológicos que se mojaron.
Ahora se protegen los almacenes con los recursos recuperados, y en la parte productiva se restaura el aislamiento térmico y la hojalata de toda la industria, que vuelve nuevamente a generar, a pesar del huracán.
Conexión mundial
LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO CAYERON ESTE LUNES a niveles mínimos en ocho meses debido a la incertidumbre sobre la disminución de la demanda por la crisis financiera mundial, según operadores. El valor en los mercados se registró por debajo de los 90 dólares. En la apertura de la bolsa londinense, el crudo Brent del mar del Norte para entrega en noviembre cedió 3,89 dólares, para llegar hasta los 86,36 el barril. Pero en horas de la mañana, este petróleo, de referencia en Europa, llegó a pagarse a 85,50 dólares, su menor costo desde enero. El West Texas Intermediate para entrega en noviembre perdió 4,13 dólares, llegando hasta los 89,75 el barril en el mercado de Nueva York. El vicepresidente de Argus Media, sociedad de analistas del mercado de la energía, Jason Feer, consideró que los inversores están alarmados por los asuntos económicos que puedan explicar el descenso, a falta de factores políticos o meteorológicos capaces de influir en las cotizaciones. Damien Cox, analista de la firma John Hall Associates, destacó que hay mucha inquietud acerca del impacto de la desaceleración en Estados Unidos, Europa y otros sitios. Según Cox, el precio del crudo puede descender hasta los 80 dólares en la coyuntura actual, lo que potencialmente anima a la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) a reducir su bombeo para evitar un mayor abaratamiento del producto. El precio del llamado oro negro de la OPEP continuó su tendencia bajista el viernes, al ubicarse en una media de 86,37 dólares el barril, 2,91 dólares menos que el jueves, informó el secretariado del cartel en Viena... RUSIA PREVÉ QUE SUS EXPORTACIONES DE GAS A EUROPA AUMENTEN un 37,8 por ciento para el 2015, precisó el Ministerio de Energía ruso. En su informe sobre el escenario general para el desarrollo del sector gasífero hasta el 2030, dicha entidad estima que en el 2009 sean exportados a Europa 165 000 millones de metros cúbicos de gas, frente a los 161 000 millones de metros cúbicos de este año. Los suministros seguirían creciendo, para alcanzar de 219 000 millones a 222 000 millones de metros cúbicos para el 2015 y de 220 000 millones a 227 000 millones de metros cúbicos hacia el 2030. El monopolio gasífero ruso Gazprom GAZP.MM, el mayor productor mundial, provee el 26 por ciento del gas que consume Europa y lo vende en 22 países de ese continente. Entre los principales clientes de Gazprom en Europa figuran Alemania, Italia, Francia y Turquía. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) proyecta que la demanda mundial por el gas natural crecerá a una tasa anual del 2,3 por ciento y aumentará en un 90 por ciento para el 2030 desde el nivel actual. La cartera energética rusa prevé que la demanda de gas en Rusia crezca en un 10 por ciento hacia el 2015, a entre 465 000 millones y 485 000 millones de metros cúbicos. Para abastecer la creciente demanda, Rusia planea incrementar su producción de gas a entre 781 000 millones y 845 000 millones de metros cúbicos para el 2015 y a entre 876 000 millones y 891 000 millones de metros cúbicos para el 2030, frente a los 678 000 millones de metros cúbicos previstos para este año. Pero Moscú también contempla a largo plazo la importación anual de 70 000 millones de metros cúbicos de gas desde Turkmenistán, Uzbekistán y Kazajstán, mostró el plan.
Fuentes: Prensa Latina y Reuters