J.E.: Vivo con VIH. Hace tres años me diagnosticaron. Tengo tratamiento médico con antirretrovirales y llevo un estilo de vida saludable. Hace casi un año conocí a una mujer increíble, linda e inteligente como siempre había soñado. Estoy enamorado e indudablemente ella de mí. Ninguno de los dos tenemos hijos. Llevamos una relación sexual plena y bien responsable para evitar que ella contraiga el virus. Según ella, podemos intentar tener un hijo porque en mi condición de No detectable las posibilidades de contagiar el virus son muy reducidas. Me aterra la posibilidad de que ella esté equivocada, aunque la idea de un hijo me ilusiona. ¿Puede tener razón? ¿Existe algún procedimiento para que lo logremos sin riesgo?
Sí existen métodos que ayudan a evitar el contagio de la madre y el niño. En nuestro país se tienen excelentes resultados en este campo hace muchos años y es cierto que cuando la carga viral resulta indeterminada se reducen las posibilidades de contagio, pero no son nulas.
Siempre es aconsejable pedir orientación al equipo de salud que te atiende; ellos pueden acompañarlos en el proceso de toma de decisiones y durante el embarazo.
También existen procesos de inseminación artificial que podrían reducir el riesgo, pero son procesos costosos y difíciles de ofrecer en las condiciones económicas de nuestro país.
Constituir una familia es un arduo proceso, en el cual el estado de la salud de ambos miembros es uno de los aspectos a tener en cuenta; pero de ningún modo el único. El deseo de ambos padres, la fortaleza de su vínculo como amantes y compinches, su determinación de seguir adelante a pesar de los múltiples riesgos, son elementos también muy significativos.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica