Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Me atrae, pero no me gusta

 

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

 

El que busca la verdad
corre el riesgo de encontrarla.
Isabel Allende (escritora)

Una lectora capitalina de 17 años pregunta qué hay de cierto en el amor platónico y las atracciones puramente emocionales. Su novio tiene una mejor amiga, con la que creció desde el círculo, y la gente le dice que terminarán juntos. Incluso la familia trata de unirlos porque harían una «bonita pareja».

La joven no percibe nada sexual en ese vínculo (ya llevan dos años de noviazgo), pero confiesa cierta envidia por la manera en que se divierten, estudian, bailan y se complementan hasta para hacer un cuento a dos voces. ¿Qué atracción resiste el paso del tiempo y supera la tentación de ir solos a un campismo, acompañarse si enferman y compartir hasta el más mínimo secreto?, pregunta la joven.

Hay varios tipos de atracciones, y quienes las calibran con certeza son afortunados porque no empañan esa emoción con prácticas que no les aportan felicidad, e incluso restan oportunidades a una buena compañía amistosa.

Tanto en los contactos virtuales como presenciales, la sicología social moderna decanta seis tipos de atracciones, en consenso con la sexología y la antropología, partiendo del concepto de atracción como fuerza que acerca a las personas y potencia el deseo de interactuar, conocer, profundizar nexos.

Si alguien te atrae lo sientes más allá de toda duda. Definir para qué depende de los factores que modelan esa afinidad. Uno de ellos es la frecuencia del contacto, en tanto es más posible desarrollar fascinación por quienes ves a menudo. El roce hace el cariño, dice el proverbio, y eso no significa que te enamores o tengas sueños eróticos con esa persona.

También puedes sentir ese sobresalto con alguien que acabas de conocer, o encariñarte con gente carismática porque te identificas con su modo de pensar o su imagen.

Del quién al para qué

El primer tipo de atracción es la romántica o platónica, basada en una afinidad emocional que no siempre se acompaña de deseo carnal. De hecho, hay quien prefiere no mezclarlos porque el romance es más intenso. Muchas parejas empiezan por ahí, y ajustan el sexo en función del vínculo afectivo.

La segunda es amistad sin barrera de género, estatus, edad, intereses u otras variables culturales. Es muy común y puede ser duradera, consolidada con las pruebas de la vida. Se basa en confianza, sinceridad, bienestar emocional… pasar tiempo con alguien y crecer o divertirte en su compañía. No siempre excluye los demás tipos de atracción, pero respeta límites.

El tercero es la atracción física, sexual, carnal. Mucho más enriquecedora si se acompaña de romance y amistad, pero no es condición imprescindible. Cambia con el tiempo y puede estar modulada por la necesidad de afecto, la cercanía, el ciclo hormonal, el miedo u otras emociones intensas.

Cuando es subjetiva, el mayor atractivo está en la fantasía acerca de la persona o situación. Y claro, lo que te gusta a ti no tiene que resultarle apetecible a los demás. Se supone que te atrae tu pareja, pero puede pasarte con amigos, gente famosa, desconocidos… Satisfacer ese deseo no siempre es superior al deseo en sí mismo, y hasta puede desilusionarte.

La atracción sexual objetiva se manifiesta cuando alguien cumple los requisitos de belleza del contexto cultural, casi siempre condicionados por patrones mediáticos. También le llaman atracción estética o sexappel, porque ese individuo despierta una reacción en su entorno gracias a su imagen, que puede o no ser natural, sobre todo en las redes.

La llamada atracción sentimental está a medio camino entre la romántica y la amistosa. Es admiración intensa y puede nacer con figuras significativas de la familia: esa preferencia por un nieto, primo, sobrino… más allá de la consanguinidad.

La atracción sensorial tiene que ver con el contacto físico con alguien, sin que implique intereses sexuales. Su sola proximidad calma, alegra, fortalece con sus mimos y abrazos… incluso de escucharle, verle u oler su esencia. Es frecuente en sectores como salud o educación, y en quienes se dedican a cuidar de los más vulnerables o a dar información de manera más personal o tranquilizadora, en los medios o como coach

El sexto tipo es la atracción intelectual, esa fascinación por alguien destacado (o no) en alguna rama del saber o el arte, cuyas opiniones, conocimientos y filosofía de vida te invitan a seguirle de cerca. Si es condición para elegir una pareja puedes nombrarte sapiosexual, que no es orientación, sino preferencia, de las tantas posibles en el mundo de la diversidad humana.

De la Academia

La Red Feminista de la Universidad de La Habana discutió este mes en su peña un asunto para nada resuelto en nuestra sociedad. Bajo el nombre ¿Hasta cuándo? Herramientas contra el acoso callejero, estudiantes y profesionales de Ciencias de la Información, Periodismo, Sociología, Medicina, Arquitectura, Física y Lenguas Extranjeras y otras carreras dialogaron sobre experiencias cotidianas relacionadas con ese tipo de violencia presente también en espacios universitarios, según reportó el Servicio de Noticias para la Mujer (SemLac).

Para el debate, las participantes valoraron: ¿cuál es la primera forma de acoso que recuerdan?, ¿en qué lugar sucedió?, ¿cómo se sintieron? A partir de esas historias construyeron un relato común de palabras, roces, gestos, miradas, chiflidos y ofensas comunes en todos los ámbitos, desde el barrio o el transporte hasta sus propias facultades.

Como invitada de este mes, la periodista de la Editorial de la Mujer Lirians Gordillo Piña validó emociones como indignación, impotencia o tristeza, e invitó a las participantes a transformar la inconformidad y la rabia en acción y organización para lograr cambios, tanto personales como colectivos.

Gordillo habló de la cada vez más evidente sexualización de los cuerpos de niñas, adolescentes y mujeres, amplificada por videoclips, redes sociales e influencers, que lleva a las propias protagonistas a usar sus cuerpos como carta de presentación, en tanto el patriarcado insiste en el atractivo físico como carta de presentación asociada al éxito.

La también investigadora de temas de género añadió que es importante reflexionar sobre un aprendizaje que proviene de feministas de América Latina: las violencias machistas son reactivas: «A medida que las mujeres se empoderan y denuncian las violencias, incluyendo el acoso callejero y a los acosadores, esta violencia puede aumentar».

Encuentros

La comunicación de pareja, la sinceridad y el sincericidio serán el tema de la peña de este miércoles 16. Nos vemos a las 5:00 p.m. en la terraza del Muelle de Luz.

Te recuerdo las preguntas de participación para este mes: ¿Qué tipo de información no le ocultarías nunca a tu pareja? ¿Cuál detalle, grande o pequeño, no crees prudente, ético o amoroso compartir, de tu pasado, presente o planes futuros? Escríbeme por el correo de la sección o al 52164148, y con las respuestas recibidas armaremos una página.

Por ese número puedes también recibir libros digitales a propósito de la temática sexual, de autoconocimiento y sobre familia.

 

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