El servicio de Reproducción Asistida conjuga diversas técnicas para conseguir un embarazo cuando algo impide que este ocurra de manera natural. Es una especialidad costosa y demanda tecnología, tanto para el diagnóstico del obstáculo como para su solución
El servicio de Reproducción Asistida (RA) conjuga diversas técnicas para conseguir un embarazo cuando algo impide que este ocurra de manera natural. Esta es una especialidad costosa y que demanda tecnología, tanto para el diagnóstico del obstáculo como para su solución.
La Fecundación in Vitro (FIV) exige un laboratorio habilitado para que los espermatozoides fecunden a los ovocitos en un ambiente controlado. En menos de una semana los embriones viables se pueden transferir al útero de una mujer para seguir el curso natural o congelarse.
Es un método complejo, laborioso; solo una cuarta parte de las transferencias resulta efectiva. La cantidad de intentos depende de los embriones logrados.
Hay FIV clásicas (se crea el ambiente y las células actúan) o por inyección intracitoplasmática (el espermatozoide se inocula directo a la célula). En Cuba se hace la primera.
La técnica más común es la inseminación artificial (IA): con un catéter se deposita en el útero un concentrado de espermatozoides previamente depurados y se espera que la fecundación ocurra. Puede ser semen fresco o congelado.
Según el vínculo entre la receptora y el donante, la IA es homóloga si hay relación conyugal, o heteróloga cuando el semen proviene de un banco (garantizado, pero anónimo).
La técnica es sencilla y sus complicaciones muy bajas. La probabilidad de éxito está entre un 15 y un 25 por ciento, pero pueden realizarse varios intentos. Opciones de alta tecnología
La Fecundación in Vitro (FIV) exige un laboratorio habilitado para que los espermatozoides fecunden a los ovocitos en un ambiente controlado. En menos de una semana los embriones viables se pueden transferir al útero de una mujer para seguir el curso natural o congelarse.
Es un método complejo, laborioso; solo una cuarta parte de las transferencias resulta efectiva. La cantidad de intentos depende de los embriones logrados.
Hay FIV clásicas (se crea el ambiente y las células actúan) o por inyección intracitoplasmática (el espermatozoide se inocula directo a la célula). En Cuba se hace la primera.
Fertilización in vitro Observación del desarrollo embrionario día a día
Transferencia de embriones al útero
La técnica es sencilla y sus complicaciones muy bajas. La probabilidad de éxito está entre un 15 y un 25 por ciento, pero pueden realizarse varios intentos.
Una variante cada vez más frecuente en el mundo para sortear obstáculos es la gestación subrogada: una mujer sana es inseminada o presta su vientre para recibir embriones, y luego entrega el bebé a la persona o pareja que se encargará de su crianza.
Muestras de solidaridad son la donación en bancos de semen y ceder embriones a otras mujeres cuando ya se ha alcanzado el número de hijos deseados y quedan disponibles. Los países deben regular esos procesos por la implicación ética y legal para sus participantes.
La RA es un servicio útil para usuarios muy diversos:
- Pareja infértil por una condición de salud detectada en uno de sus integrantes o en ambos.
- Pareja sin obstáculo aparente que lo ha intentado un tiempo prudencial y no logra el embarazo deseado.
- Persona que desea ejercer la maternidad o paternidad sin otra figura parental en la crianza.
- Parejas del mismo sexo que dependen de un donante o vientre solidario.
- Persona cuyas circunstancias impiden materializar el coito o asumir la crianza y quieren conservar sus células reproductivas para etapas más oportunas. Se ha dado el caso en artistas, deportistas, personas privadas de libertad, con empleos de alto riesgo o bajo tratamiento médico que compromete su fertilidad.