El sobrecalentamiento de las computadoras de mano o laptops es un fenómeno recurrente en ambientes cálidos, cuando se descuidan medidas de protección y limpieza
Aunque son más pequeñas, y podría parecer que acumulan menos calor, las laptops se pueden sobrecalentar tanto o más que las PC, y pueden dañarse o apagarse si son expuestas a elevadas temperaturas o por descuidar medidas de limpieza.
Con un reducido espacio entre sus componentes internos, el calor que se genera en estas computadoras de mano se concentra más, o sea, es más difícil esparcirlo, máxime que la mayoría cuentan con un solo ventilador, encargado de enfriar el microprocesador.
Muchas de las laptops, especialmente las más modernas, tienen memorias, video y discos duros más potentes y rápidos, que si bien son muy sofisticados y avanzados, ocasionan un sobrecalentamiento interno más elevado; la excepción la aportan algunos de los últimos microprocesadores, que cada vez suelen trabajar más frescos.
El calor y también la humedad devienen sus enemigos potenciales, ya que reducen su vida útil y provocan problemas como el apagado súbito del sistema o una disminución del rendimiento.
No pocos usuarios de estas tecnologías se quejan a menudo del sobrecalentamiento que se advierte en las bases donde descansan las máquinas, e incluso cometen el error de trabajar durante mucho tiempo con ellas encima de las piernas, lo que además de ser dañino para el equipo también lo es para el ser humano, especialmente los hombres, pues diversos estudios han demostrado la relación entre la exposición excesiva al calor de las laptops y la infertilidad masculina.
En medio de climas agresivos para las computadoras como el de Cuba, caracterizado por elevadas temperaturas y una humedad relativa muy alta, se debe tener un especial cuidado con estos delicados equipos, así como cumplir algunas medidas básicas para evitar su rotura.
Se estima que la temperatura interna de un ordenador es de unos 12 a 25 grados Celsius por encima del clima ambiental, como resultado del calor que generan sus componentes. Pero al sobrepasar los 65 grados Celsius la máquina ya puede comenzar a fallar.
Si bien la refrigeración del local puede ayudar de forma ideal, en el caso de las laptops esta no es la fórmula definitiva, pues el lugar y la superficie en que se ubiquen, así como la limpieza de los ventiladores internos, son factores esenciales para un correcto funcionamiento.
En muchas ocasiones, incluso en ambientes con temperaturas bajas, los componentes también pueden colapsar debido a la suciedad interna del gabinete, o de ellos mismos, que impide el correcto flujo de aire por el interior de las computadoras de mano.
Hay que tener en cuenta que las laptops son equipos más sofisticados que las máquinas de escritorio y por ende más susceptibles a cualquier agente externo que altere su normal funcionamiento.
Para alargar su vida útil, una de las alternativas que se usan actualmente en el mundo son los ventiladores en las bases donde descansan las computadoras de mano, los cuales se conectan mediante puerto USB y ayudan a disipar el calor interno.
Otro error común es dejar la laptop bajo el sol en un vehículo cerrado, o exponerlas durante horas a altas temperaturas, algo que puede ser muy dañino, ya que el calor ambiental se sobreañade al calentamiento de las piezas internas del equipo, muchas fabricadas con materiales que absorben mucho calor y demoran tiempo en desprenderlo.
Tampoco debe ponerse encima de la cama o en la almohada, pues esta práctica afecta la circulación normal de aire que necesita la máquina para mantener una temperatura adecuada, debido a que los ventiladores por lo general se encuentran debajo.
Aunque es apenas perceptible para los seres humanos, el polvo es un arma mortal para los equipos, con su acumulación diaria, especialmente en las laptops.
Si el polvo se acumula y obstruye el flujo de aire, el sistema se sobrecalentará y podría ocasionar daños mayores e irreparables. Con el paso del tiempo este es uno de los problemas que más se presenta.
En el disipador se acumula la suciedad, pues esta es aspirada por el ventilador. Si se concentra demasiado, el sistema se sobrecalienta y pueden provocarse apagados súbitos, aflojarse las microscópicas soldaduras o dañarse los chips.
Afortunadamente hay medidas que tomadas a tiempo pueden resolver estos problemas. Limpiar con aire comprimido el disipador una vez al mes, o al menos cada tres meses, puede ayudar muchísimo, así como evitar colocar el equipo cerca de fuentes de calor o en cuartos con temperaturas elevadas, o en superficies como telas, plásticos, gomas, que reservan mucho el calor, y pueden introducir pelusas al interior que se acumulan en el sistema de enfriamiento.
Una laptop no es una computadora para juegos, especialmente los que son en 3D, ni un equipo de cómputo para trabajo pesado, pues usarlas para este tipo de labor generará calor excesivo y bajo condiciones no ideales reducirá su vida útil.
Otra alternativa viable es modificar la configuración de energía para reducir la velocidad del procesador. En este sentido lo más recomendado es configurar el estado mínimo del procesador en el Panel de Control, ubicando su valor más bajo cuando está en modo Batería, y medio en modo Corriente Alterna, mientras el estado máximo debe estar en un valor bajo/medio en batería y alto/máximo en modo Corriente Alterna.
Según advierten los expertos en la materia, los valores de Directiva de Refrigeración del Sistema deben ser Pasivo en modo Batería y Activo en modo Corriente Alterna.
Con esto se puede asegurar una buena relación temperatura/rendimiento, pues si bien al reducir los valores del procesador se reduce el rendimiento, también se disminuye la temperatura y aumenta la duración de la batería.
Existen bases enfriadoras que se pueden utilizar para reducir un poco las temperaturas en la parte inferior de la máquina, y si bien es preferible usar las que son fabricadas con algún material que disipe calor, como por ejemplo aluminio, de no tenerlas al menos trate de ubicar la máquina en un plano inclinado de al menos 30 grados, ubicando libros o algo para levantarla en su parte posterior.
La tecnología puede facilitar el trabajo y ha permitido el desarrollo de los principales sistemas e industrias en el mundo, así como una vida más entretenida y dinámica, y especialmente para aquellas personas que tienen profesiones que requieren gran movilidad, las computadoras de mano o laptops son aliadas insustituibles que garantizan una libertad de movimiento muy conveniente.
Aunque por lo general su costo es mayor al de las computadoras de escritorio, de acuerdo con sus prestaciones, las laptops ahorran parte de esa inversión garantizando «llevar el trabajo siempre encima».
Tener las manos limpias al trabajar con ellas, buscar maletines adecuados para evitar su caída y la rotura de la pantalla, usar preferiblemente ratones inalámbricos, para evitar la acumulación de suciedad en los puertos USB, así como contar siempre a mano con un pequeño pañuelo o al menos una toalla de papel para eliminar el polvo frecuente que se acumula en la superficie, también son medidas básicas para garantizar que duren más.
Aunque muy útiles y necesarias, las laptops no son perfectas ni inmortales, y al igual que cualquier otro mecanismo delicado, requieren mantenimiento y cuidado, si queremos alargar su vida.