La disputa por quedarse con los cibernavegantes ha aumentado tras la salida de Internet Explorer 8 y el lanzamiento por Google de la herramienta Chrome La red al día
A nivel mundial, y luego de un despliegue publicitario que este año fue más modesto producto de la crisis económica que también se ha hecho sentir en las industrias .com, el pasado 19 de marzo se lanzó al mercado el Internet Explorer 8, el nuevo navegador web de Microsoft.
Con un marcado énfasis en proporcionar más seguridad y confianza al asustadizo cibernauta, que cada día se ve más amenzado por virus, estafas y «pescadores» de datos privados, el Internet Explorer 8 (IE8) promete resolver muchas de estas dificultades y miedos ofreciendo una cuasi invulnerabilidad.
Sin embargo, la publicidad pronto ha caído en saco roto, al ser detectadas casi el mismo día de su lanzamiento varias vulnerabilidades del nuevo sistema de navegación, e incluso los propios piratas informáticos demostraron que podían «hackearlo» en pocos segundos durante una competición al respecto organizada en Canadá.
Aun así, el esfuerzo de Microsoft por no perder su liderazgo en el mercado de los navegadores es válido, aunque con el IE8 haya tenido que aceptar normativas como las impuestas en la Unión Europea a su nuevo sistema operativo Windows 7, que tendrá que permitir que si el usuario quiere «desconecte» el Internet Explorer como navegador y utilice el de su preferencia.
Hasta en húngaro¿Qué trae de nuevo el IE8? Varios expertos coinciden en afirmar que, como dicen sus promotores, al menos a primera vista el nuevo sistema es más rápido, fácil y confiable que sus versiones anteriores.
El IE8 funciona con computadoras que utilicen Windows XP Service Pack 2 y Windows Vista, y se prevé que para septiembre ya esté la versión para Windows 7, el futuro sucesor de Vista, que llegaría al mercado a fin de año.
El nuevo browser o navegador se puede descargar en español desde la web http://www.microsoft.com/ie8, en la cual está disponible la aplicación con un peso de 16,2 megabytes, la cual se ejecuta para quienes tienen ya instalado el sistema operativo Microsoft, si bien la compañía asegura que tiene versiones disponibles para otros sistemas operativos.
Igualmente la página www.microsoft.com/ie8 puede ser leída en 25 idiomas, entre estos árabe, chino, checo, danés, holandés, inglés, finlandés, francés, griego, hebreo, húngaro, italiano, japonés, coreano, noruego, portugués, español, turco y sueco.
Algo llamativo es que las especificaciones de la descarga explican que esta es gratuita para quienes tengan instaladas ya alguna de las versiones del sistema operativo Windows con las cuales funciona el IE8, pero no esclarecen si estas deben ser oficiales, o sea, registradas bajo licencia, con lo cual algunos temen que el navegador pudiera contener códigos de autentificación del sistema, como ya ha sucedido en ocasiones anteriores con actualizaciones de Windows, lo cual deshabilitaría las copias piratas.
Vistazo al IE8Visto por primera vez, además de una rápida instalación y una interfaz agradable a primera ojeada, el IE8 retoma características ya vistas, como el hecho de poder abrir varias pestañas a la vez, aunque en esta ocasión es notoria la presencia de los Web Slices para acelerar la consulta de los sitios de Internet locales más visitados.
Estos aceleradores son pequeños programas o funcionalidades de distintos sitios online que facilitan la tarea de compartir contenidos, pues solo con utilizar el botón derecho del mouse se puede acceder a posibilidades que brinda una página web, como enviar su contenido, un correo electrónico o acceder a traducciones.
Lo anterior implica que podemos ahorrarnos varios clics y la apertura de nuevas pestañas cuando trabajamos, además de poder seguir novedades noticiosas o actualizaciones de alguna red social donde estemos inscritos, sin necesidad de abandonar la página que estamos viendo.
Otra de las características señaladas, que con el escaso ancho de banda con el cual usamos el IE8 se vuelve muy importante, es la rapidez de carga de los sitios visitados.
En este caso los creadores aseguran que se debe al hecho de que el nuevo browser registra en favoritos los sitios preferidos del usuario, así como tiene la intuición de saber cuáles son los más visitados y mantenerlos en «memoria» para ofrecerlos como sugerencia.
Según la web oficial de Microsoft, el IE8 compite con otros navegadores líderes en tiempo de carga de páginas en casi un 50 por ciento de los 25 principales sitios más visitados en el mundo.
Otras especificaciones del IE8 que ayudan con el tema de la velocidad son el Visual Search Suggestions y el Instant Search Box, los cuales proporcionan la búsqueda integral en tiempo real desde sitios como The New York Times, Amazon y Wikipedia, así como desde las carpetas de Favoritos e Historial de los usuarios, además de imágenes e información detallada que ahorra tiempo.
Pero su plato fuerte está en el tema de la seguridad, ya que permite al usuario controlar el rastro que deja en las computadoras, regular de manera más fácil el nivel de acceso a los contenidos, e incluso alerta cuando un sitio visitado es originado por phising o estafas virtuales que se basan en correos electrónicos fraudulentos para robar datos personales.
Para computadoras compartidas, o sea, que utilicen varias personas, el Internet Explorer 8 ofrece la opción InPrivate, la cual permite que las búsquedas no queden grabadas en el historial de las páginas visitadas, así como si lo desea los sitios web no recojan información de su navegación, y lo más importante es que tampoco guarda las contraseñas o nombres de usuario que se utilicen en cada sesión, con lo cual ayuda mucho a mantener la privacidad.
En el caso de los administradores de red también les permite establecer políticas de grupo para limitar el uso del navegador en empresas, y habilitar de forma centralizada funciones que se pueden utilizar o no, a través de unas 1 400 políticas de administración.
Muchas de estas utilidades, aseguran los creadores del Internet Explorer 8, son resultado del desarrollo de aplicaciones ya existentes en otros navegadores, así como de las encuestas a usuarios para conocer sus preferencias y gustos, así como del análisis de las insatisfacciones con versiones anteriores del buscador.
Terreno perdidoMás allá de ventajas evidentes y de insatisfacciones todavía latentes, el IE8 se ha lanzado de lleno a recuperar el terreno que parece haber perdido en el mundo de los navegadores ante el avance de la competencia cada vez más fuerte de otros browsers como Firefox (Fundación Mozilla), Safari (Apple), Chrome (Google) y Opera.
Según la consultora Net Applications, el Internet Explorer domina actualmente el 68,17 por ciento del mercado mundial, mientras que Firefox trepó a los 21,96; más abajo le siguen Safari, con 7,42 por ciento; Google Chrome, con apenas el 1,16, y finalmente Opera, con 0,68 por ciento.
Las estadísticas, más allá de evidenciar el poder muy fuerte que todavía tiene el navegador de Microsoft, revelan que ya quedaron atrás los tiempos en que las principales consultoras del mundo lo ubicaban dominando el 90 por ciento y más del mercado de los navegadores.
La emergencia de nuevos navegadores basados en la filosofía del código abierto como Firefox o Chrome, así como la reiteradas denuncias de control monopólico que pesan sobre Windows y específicamente por el uso del Internet Explorer como navegador por defecto, han hecho mella en el gigante de la informática y en su creación para adentrarse en el mundo de las redes.
A pesar de que Internet Explorer ha mejorado mucho su motor de navegación Trident, lo mismo han hecho Safari y Chrome, los cuales comparten el WebKit, y se espera que Firefox haga lo mismo en breve tiempo con el Gecko, que estará detrás de la nueva versión del zorro de fuego, la 3.5, la cual debe salir en breve.
Todos, además de brindar múltiples add-ons o utilidades para personalizar los navegadores a gusto de cada consumidor, hacen hincapié en la seguridad como el estandarte para atraer a más usuarios. Pero, ¿cuán seguros son realmente?
Hackers incómodosComo parte la feria informática CanSecWest, celebrada recientemente en la ciudad canadiense de Vancouver, se organizó un torneo de piratas informáticos que premiaría al que lograra forzar en menos tiempo la seguridad de una serie de navegadores web, instalados en computadoras actualizadas con todos los «parches» posibles.
Para ello se utilizó una computadora con el sistema operativo Mac OS X al que se le aplicaron todos los parches de seguridad, y otra máquina con Windows Vista en correcto funcionamiento.
Los navegadores testeados por los piratas informáticos fueron Safari, Internet Explorer 8 y Chrome, si bien hubo protestas por no incluir a Opera o algunos de los destinados a correr en la plataforma GNU/Linux.
De cualquier forma, el ganador del evento anterior, Charlie Miller, demostró que podía «crackear» el navegador web Safari en solamente unos segundos, al cual le siguió Internet Explorer 8 y posteriormente Firefox, utilizando para ello un exploit, pequeño programa maligno que se aprovecha de las vulnerabilidades de seguridad de los navegadores.
Esta anécdota sugiere que al final, independientemente de la propaganda o las «seguridades» que den los dueños de los diferentes navegadores, es en manos de los usuarios donde está la última palabra. Más allá de las bondades innegables de una u otra versión de un buscador para la web, con Internet Explorer 8 estamos asistiendo, ante todo, a un capítulo más de la ya larga guerra comercial para convencer a los usuarios de que esta es la nave ideal para surcar el ciberespacio.
La red al día
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