Una torre libre de smog es la solución presentada por el inventor holandés Daan Roosegaarde al problema de la polución que anualmente acaba con la vida de más de tres millones de personas en el mundo. Inaugurada en septiembre de 2016 en la ciudad de Pekín, con el respaldo del Ministerio Chino de Protección del Medio Ambiente, es un purificador de aire gigante —de siete metros de altura— en un espacio abierto.
Su funcionamiento es simple: de la misma manera que la electricidad estática puede hacer que los cabellos sueltos se peguen a un peine, las partículas en el aire son aspiradas dentro de esta construcción donde, tras recibir una carga positiva, son atrapadas por una placa de eliminación de polvo cargada negativamente, permitiendo que el aire limpio sea expulsado por el otro extremo.
«Este tipo de solución directa no es definitiva y permanente, es un posible paso intermedio entre la era industrial altamente contaminante y el futuro bajo en gases de carbono», dijo el investigador, al tiempo que anunció estar trabajando actualmente en los cálculos que le permitan determinar cuántas torres de este tipo se necesitan en una ciudad como Pekín para obtener una reducción de la contaminación del 20 al 40 por ciento.
Fuente: BBC Mundo
Frase: La ciencia avanza a pasos, no a saltos. Thomas Macaulay (poeta, historiador y político británico).