Hace más de diez años, mientras tomaban la temperatura del universo, un grupo de astrónomos descubrió que un pedazo del cielo, que abarca un ancho equivalente a 20 lunas, estaba inusualmente frío.
Los estudiosos medían la radiación de microondas que baña a todo el universo, un resplandeciente vestigio del Big Bang. Según exponían, mirar este Fondo Cósmico de Microondas (CMB, por sus siglas en inglés) es dar un vistazo al universo primitivo, una época en la que tenía menos de 400 000 años.
El CMB cubre el cielo y se ve prácticamente igual en todos lados, con una temperatura intensamente fría de 2,725 grados Kelvin, solo un par de grados más caliente que cero absoluto.
Recientemente, gracias al recién lanzado satélite WMAP, los astrónomos se pusieron a investigar variaciones de temperatura tan pequeñas como unas pocas cienmilésimas.
Entre esas fluctuaciones detectaron que estaba una mancha fría, que podría ser el llamado supervacío cósmico, una enorme caverna de vacuidad considerada la mayor estructura en el universo.
La teoría describe que tal vacío, donde no existen estrellas ni galaxias, puede dejar una impresión gélida en el CMB.
Fuentes: BBC Mundo, Muy interesante.
Frase: La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable. Leonardo Da Vinci.