Desde 2006, la canadiense Margaret Atwood no daba a conocer una nueva colección de cuentos, después de que los relatos de Desorden moral habían impresionado a los lectores y la crítica por su agudeza. Ahora vuelve a la carga en una cuerda muy diferente con Colchón de piedra, compuesto por tres narraciones que tienen como hilo conductor la relación de igual número de mujeres con un poeta maduro llamado Gavin Putman.
***
Uno de los sucesos literarios del verano neoyorquino fue la presentación de la novela Cuando el mundo era joven, de la escritora norteamericana Elizabeth Gaffney, publicada por Random House. Segunda novela de la autora, sus páginas abordan algunas de las situaciones sociales en los Estados Unidos de la época de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo el papel cambiante de la mujer en el lugar de trabajo y la lucha por la igualdad racial.
***
El escritor Siegfried Lenz, una de las figuras literarias alemanas más destacadas de la posguerra, murió este octubre a los 88 años de edad. Los lectores hispanoamericanos lo descubrieron hacia fines del siglo pasado por sus novelas El teatro de la vida y Minuto de silencio.
***
No logró dar los toques finales pero hasta donde pudo avanzar la española Ana María Matute en la redacción de la novela Demonios familiares, que acaba de ver la luz con carácter póstumo aún inconclusa, se hace evidente el rigor y la penetración de una de las más lúcidas escritoras contemporáneas de la nación europea. Aquí vuelve a discurrir sobre el destino de seres comunes con la Guerra Civil como trasfondo en una trama donde priman secretos, rencores, silencios y emociones reprimidas, y donde, a pesar de la soledad y las dificultades, estalla el amor.
***
El novelista australiano Richard Flanagan, nacido en Tasmania hace 53 años, ganó recientemente en Londres la edición 46 del premio Booker de novela, el galardón más acreditado de las letras británicas. La novela triunfadora se titula La estrecha carretera al norte profundo y se inspira en las experiencias de su padre como prisionero de los japoneses en la Segunda Guerra Mundial, durante la campaña de Birmania y Tailandia, donde sobrevivió a la durísima construcción de un tren.
***
El Mio Cid fue compuesto por un presbítero mozárabe llamado Mair Yahya Ben Gâlib o Pedro Abad, dice el historiador burgalés José Hernández Pérez (1934) como resumen de 30 años de investigación. Uno de los misterios seculares de la literatura, el de la autoría del primer poema épico escrito en castellano, no deja de alumbrar nuevas teorías. Esta última se acaba de recoger en el libro El cantor del Mío Cid en el que su autor considera datos no evaluados por otros estudiosos. Ese Abad era un mozárabe de Toledo al que se le encuentra por primera vez con las huestes de Alfonso VII, luego en la escuela de esta ciudad ayudando a traductores y, posteriormente, ocupándose en la educación del joven Alfonso VIII. Debe haber escrito la obra entre 1150 y 1208.
***
La nicaragüense Gioconda Belli cree que la historia de su novela El intenso calor en la luna, puede llamar la atención de muchas lectoras en el mundo hispano. Cuenta la historia de Emma, un personaje flaubertiano que se rebela contra el papel que le impone la sociedad a la mujer madura. La Belli explora la identidad femenina en la menopausia, cuando la mujer debe ir más allá de los mitos que centran su valor en la belleza juvenil y la fertilidad, para descubrir un nuevo erotismo y el poder de ser ella misma.
***
A la poeta iraquí Amal Al Jubouri no le basta solamente entregar a la prensa sus versos, sino darlos a conocer mediante las vías abiertas por las nuevas tecnologías. De tal modo ha decidido divulgar sus creaciones a través de videos colocados en línea en Internet. Su antología Agar antes de la ocupación, Agar después de la ocupación, sobre las secuelas de la invasión norteamericana a Iraq, ha recibido premios tanto por su versión original en árabe como en la traducción inglesa.