El aislamiento social puede traer consecuencias no deseadas como la posibilidad de que existan más ratas, consideradas por los expertos como «maestras de la adaptación», en horarios y lugares donde antes no aparecían, debido a que con el cierre de escuelas, restaurantes, hoteles, atracciones turísticas y otros lugares públicos, se han visto necesitadas de detectar fuentes de alimentos, en lo que son muy buenas. Sus poderosos dientes pueden hacer que las barreras como puertas, plásticos o redes no sirvan de mucho, porque ahora sería el momento perfecto para introducir técnicas nuevas de control.