El hilo de una araña no solo puede estirarse hasta un 30 por ciento más de su largo original sin romperse, sino también llegar a ser cinco veces más resistente que un filamento de acero de igual grosor. Se afirma que si fuera del grueso de un lápiz, podría llegar a detener un avión Boeing 747 en pleno vuelo. Por todo ello se asegura que la telaraña, compuesta de proteínas, es el material más resistente creado por la naturaleza.