Los antiguos egipcios aprovecharon el equinoccio de otoño para conseguir que las pirámides de Guiza fueran construidas con una alineación casi perfecta y sus caras estuvieran mirando a los puntos cardinales
Según una investigación publicada en The Journal of Ancient Egyptian Architecture, los antiguos egipcios aprovecharon el equinoccio de otoño para conseguir que las pirámides de Guiza fueran construidas con una alineación casi perfecta y sus caras estuvieran mirando a los puntos cardinales. Utilizaron un instrumento de la época: el gnomon: una vara que mide el recorrido de su sombra tras clavarla en el suelo. Así pudieron trazar un arco perfecto. Después unieron dos de esos puntos y establecieron una línea recta sobre la cual construyeron las pirámides.