Fundada por los españoles en honor a la Santísima Trinidad, la Iglesia de la Santísima Trinidad constituye un notable ejemplo de la espirituana ciudad colonial que Trinidad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La actual urbe debe su encanto a sus edificios de los siglos XVIII y XIX, como este templo, uno de los mayores ubicados en territorio cubano. Sus arquitectos fueron Emilio Echeverría Besada e Ignacio Garrido, y su construcción demoró cerca de 75 años (1817-1892), de modo que el proyecto pasó por diferentes estilos arquitectónicos.