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Elecciones en Texas

Autor:

Lázaro Fariñas

¿Será posible que los republicanos puedan perder la carrera senatorial en Texas entre el impresentable Ted Cruz y el congresista Beto O’Rouke? Bueno, en el momento en que escribo este comentario es totalmente imposible afirmar o negar que algo así pueda suceder en las elecciones de noviembre próximo. Todas las encuestas que se han estado realizando dan un empate técnico entre ambos candidatos. Hoy estaba 41 por ciento a 39 por ciento a favor de Cruz, con un margen de error de más de cuatro puntos y medio, pero eso solo nos puede decir lo que está pasando ahora.

Aún falta mucho tiempo para que se lleve a cabo la elección. Estos resultados son una verdadera sorpresa, dado el caso de que hace muchísimos años que los demócratas no les han podido ganar a los republicanos en esa carrera por un escaño en el Senado federal.

La rivalidad entre ambos candidatos no solamente se refleja en que pertenezcan a partidos contrarios, sino en que ambos tienen posiciones diametralmente diferentes en cuestiones de tanta importancia como la situación de los emigrantes, el tema del cuidado de la salud y el salario mínimo para los trabajadores.

Por ejemplo, sobre el tema de los emigrantes que atraviesan la frontera, Ted Cruz está de acuerdo con la obsesionante  idea del presidente Trump de crear un muro que impida la entrada de cualquier extranjero que trate de llegar al territorio de Estados Unidos, mientras su contrincante se opone a cualquier idea de poner una barrera física que obstaculice la llegada. No es que Beto O’Rouke esté de acuerdo con una emigración desordenada, sino que apoya que los que arriben por esa vía tengan, al menos, el derecho de ser interrogados por las autoridades para admitirlos o no.

Es muy curioso que quien se opone a que los emigrantes lleguen sea precisamente un hijo de emigrante. El padre de Ted Cruz es un cubano que emigró a Estados Unidos y se casó con una estadounidense, así es que, prácticamente, eso lo hace a él mismo medio emigrante de primera generación. También es curioso que este hombre, enemigo jurado de Cuba, esté buscando la ayuda de Mr. Trump después de los ataques tan bárbaros que se hicieron durante las primarias del Partido Republicano de 2016. Las ofensas entre ambos candidatos fueron tremendas, llegaron al punto de que Trump se metió con los familiares de Cruz, tanto con su esposa como con su padre, al cual llegó a acusar de haber sido uno de los complotados para asesinar al presidente Kennedy a principios de los años 60.

Beto O’Rouke y Ted Cruz tienen una personalidad totalmente diferente. Mientras el primero es un hombre simpático y agradable, Cruz es lo que en cubano se llama un «puente roto». El hombre es una tonelada, tan pedante y pesado, que un compañero de partido, el Senador Lindsey Graham, en una ocasión llegó a decir que «si tú matas a Ted Cruz en el piso del Senado y el juicio es en el Senado, nadie te va a condenar».

Estas elecciones que se van a realizar en los primeros días de noviembre son sumamente importantes para el futuro del país, ya que la única forma de que los demócratas puedan frenar a Donald Trump es conseguir al menos el control de una de las cámaras del Congreso. Todo parece indicar que, aunque en el Senado les va a ser bastante difícil, en la Cámara de Representantes tienen una gran posibilidad. Todos los miembros de esa Cámara tienen que ser elegidos, mientras que en el Senado solo va a elección un tercio de este.

Lo que decidirá quién gane esas elecciones de Texas entre Cruz y O’Rouke es el número de votantes que participe en ellas. Mientras más electores acudan a votar, más oportunidades tiene el candidato demócrata. Ojalá que así sea para ver si al pesado de Ted Cruz lo mandan para su casa. Al menos se iría uno de los peores enemigos que tiene Cuba en el Congreso de Estados Unidos, aunque aún permanezcan allí personajes como Marco Rubio y el abominable Bob Menéndez, el hombre que se salvó en tablita y no lo mandaron para la cárcel a pesar de las tantas pruebas que había en su contra.

Habrá que esperar a noviembre para ver cuáles van a ser los resultados de esas elecciones de Texas, como habrá que esperar para ver qué va a pasar con la Cámara de Representantes. De lo que llegue a suceder, en gran medida depende el futuro de este gran país, ya que, o se le pone freno a un presidente egocéntrico, amoral y mentiroso, o no tendremos ni idea de qué será lo que se nos viene encima.

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