Provengo de una cooperativa cuya producción fundamental es la caña de azúcar. Nosotros contamos con un área de 5 062 hectáreas (ha), y este año tenemos un plan de entrega de 13 472 toneladas (ton), el cual sobrecumplimos con 14 036 toneladas (ton), para un rendimiento de 35,4 ton/ha.
Con nuestro esfuerzo construimos un módulo pecuario en el cual tenemos 115 gallinas, 133 codornices, 156 guineos, 43 patos, 56 chivos, 108 carneros, 214 cabezas de ganado vacuno, 36 toros en ceba, 92 conejos y 37 cerdos.
También tenemos un área de 40,8 ha para la producción de alimentos destinados al autoconsumo de nuestros cooperativistas y un plan de entrega al Estado, el cual cumplimos a cabalidad.
En nuestra CPA, con un total de 92 asociados cuyo promedio de edad es de 44 años, en total somos cuatro militantes de un universo de seis jóvenes.
En todas las tareas de importancia que realiza nuestra entidad participan los jóvenes, y hemos realizado trabajo productivo en la zafra azucarera en fechas históricas como el 28 de enero, con motivo del 157 aniversario del natalicio de José Martí, donde vinculamos la historia, ya que se le da una breve panorámica a los trabajadores acerca de la vida y obra del Apóstol.
En estos trabajos también invitamos al resto de los jóvenes no militantes para lograr atraerlos hacia nuestra organización, mientras que en la cooperativa los matutinos especiales los realiza el comité de base siempre teniendo en cuenta a esos jóvenes.
Creo que es fundamental en nuestra organización el trabajo político-ideológico, más en estos tiempos, donde hasta el presidente norteamericano Barack Obama dijo que iba a utilizar la política inteligente contra nuestro país, y blanco de esto son precisamente nuestros jóvenes.
Por ello creo que debemos dejar a un lado la pacotilla, la chabacanería y trabajar sobre los principios. Hay que incentivar la creación de valores, pero no como mera palabrería, sino aquellos que se demuestran con la actuación práctica, pues de esta forma surgen las convicciones de un verdadero revolucionario.
En lo particular le doy muchísima importancia al trabajo con la Historia de Cuba, cómo era nuestro país antes del triunfo de la Revolución, cómo era la vida de la gente sencilla del campo, y cómo es ahora, pues esto garantizará la continuidad de nuestra Revolución y forjará nuestro futuro.
Siempre se vincula al joven con el futuro, pero no solo somos el futuro sino también el presente, ya que estamos presentes en la comunidad, le impregnamos dinamismo a las tareas, somos protagonistas de las misiones internacionalistas en los disímiles sectores económicos y de servicios.
El joven es rebelde, y como rebelde que somos quiero mandarle un mensaje al Gobierno norteamericano, a la Unión Europea y a todos los gobiernos títeres que apoyan las políticas yanquis:
En nuestro humorismo popular existe una disputa jocosa entre el guajiro y el habitante de la ciudad, en la cual el guajiro dice que no tiene capacidad pero le sobra machete.
El mensaje que le envío es que el joven campesino cubano ya no solo tiene capacidad, sino que además le sigue sobrando machete y tesón para darlo todo por la Revolución.