Vietnam bajo Nixon.
Y el Archivo de Seguridad Nacional publicó en Internet transcripciones de aproximadamente 15 000 llamadas realizadas por el ex secretario de Estado Henry Kissinger. Las transcripciones cubren el período entre 1969 y 1977. Kissinger desempeñó un papel central en la escalada del ataque estadounidense a Vietnam; el bombardeo de Camboya y Laos; el respaldo a la invasión genocida llevada a cabo por Indonesia en Timor Oriental; y el derrocamiento del gobierno chileno democráticamente electo del Presidente Salvador Allende. En una transcripción recientemente publicada que data de 1972, Kissinger informaba al Presidente Richard Nixon que Estados Unidos había lanzado «un millón de libras en bombas» en Vietnam del Norte. Nixon respondió: «Este tratamiento de shock los está resquebrajando. Lo que hay que hacer es bombardear en todos los lugares que se pueda... simplemente inundarlos de bombas». En una aparente referencia al sentimiento antibélico en Estados Unidos, Kissinger decía que en última instancia el país alcanzaría sus objetivos en Vietnam: «Si como país mantenemos nuestro coraje, lo lograremos». Transcripciones previamente publicadas revelaron que Kissinger fue responsable de dar órdenes que sus críticos han calificado de genocidas. En 1970, Kissinger transmitió la orden de Nixon de ampliar el bombardeo de Camboya, diciendo: «Una campaña de bombardeo masivo en Camboya. Todo lo que vuele sobre todo lo que se mueva». Vínculo: National Security Archive’s Kissinger Transcripts (Transcripciones de Kissinger en el Archivo de Seguridad Nacional): http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB263/index.htm
Este texto publicado por Democracy Now (24 de diciembre de 2008) no requiere comentarios. Pero de seguro, conversaciones semejantes pueden o deben haber ocurrido durante las dos guerras emprendidas por George W. Bush y su equipo.
Iraq bajo Bush.
Donald Rumsfeld, quien fue su secretario de Defensa, ha sido puesto en la picota en un informe bipartidista del Comité de Servicios Armados del Senado, y solo se trata el tema de las torturas: Richard Cheney, el vicepresidente, salió en defensa de las prácticas criminales y degradantes cuando dijo que emplear en los interrogatorios de prisioneros el waterboarding era «apropiado» y reconoció que él estaba al tanto del uso de esas habilidades.
¿Habrá que esperar más de 30 años, como en el caso de Nixon y Kissinger, para que se reconozcan los nuevos crímenes de guerra? ¿Acaso cesarán con la administración que asume en enero si recibe como legado las guerras de Iraq y Afganistán? Además, Barack Obama ha decidido no solo mantener a Robert Gates como secretario de Defensa, sino también retener en sus puestos en el Pentágono a cientos de los nombrados por Bush con el pretexto de asegurar la continuidad para una transición de poder en tiempos de guerra, por lo que a ojos vista en los vericuetos pentagónicos se pierden los «cambios».