¿Acaso el descalabro de Wall Street también golpea las arcas del Departamento de Defensa o es demasiado el ordeño de ocho años del belicismo neoconservador?
Bueno, volvamos a lo que íbamos. El caso es que aún el comando está sumergido en una fase de organización, que involucra a terceros países ante la imposibilidad momentánea de tener el cuartel en África, donde muchos gobiernos y organismos regionales no lo quieren, exceptuando Liberia y Marruecos, fieles aliados de EE.UU. en ese continente.
Últimamente los diarios españoles Última hora, La voz digital, Andalucía Información y El País han comentado la posibilidad de que AFRICOM pudiera encontrar apoyo en la base aeronaval de utilización conjunta hispano-estadounidense ubicada en Rota, Cádiz.
Aunque el Pentágono anunció que AFRICOM estaría hasta 2012 en Stuttgart, el comando pudiera ampliarse desde la ciudad alemana a otras localidades europeas estudiadas por Washington. En España estuvo el general William «Kip» Ward, jefe del comando, para entrevistarse con el jefe de Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz Roldán, y aunque aún no trasciende lo charlado, ¿qué otro tema, sino AFRICOM, puede llevar a Ward a Madrid o a cualquier otro lugar de Europa?
Por otra parte, en una entrevista concedida a Stars and Stripes, Ward revela que la oficialidad militar, aunque satisfecha con su base alemana, busca establecer plataformas de seguridad a lo largo del continente que permita la rotación de sus efectivos y equipamientos. La base naval de Rota pudiera ser el emplazamiento europeo que funcionaría como nicho principal de las operaciones de AFRICOM, aseveró Ward, quien también contabilizó que el comando tiene unas 13 oficinas en las embajadas de EE.UU. en capitales africanas, mientras planea abrir otras 11 en ese continente.
Por el momento, mientras se ajustan las tuercas para la mayor presencia militar de EE.UU. en África, Rota emerge como una posibilidad de grandes atractivos para Washington, aunque no es la única.
Hacia Rota no tendrían que mover más efectivos. En esa base y zonas aledañas viven unos 8 000 estadounidenses entre militares, civiles y sus familiares. Este punto gaditano, ubicado en las narices de África, le permitirá al comando un mayor control de los «terroristas» a los que Washington culpa por atentar contra su ambicioso concepto de seguridad en el continente africano. La misma máscara con la que Bush «justificó» su guerra en Iraq y Afganistán.
En las declaraciones al periódico militar, Ward fue muy claro: «cuando tratas de construir un comando tienes que hacerlo donde la infraestructura existe». Por eso, AFRICOM está en Stuttgart, también sede del comando militar estadounidense para Europa, y otras bases militares utilizadas por Washington en ese continente constituyen fichas preciadas para montar su engranaje militar desde fuera de África, ¡hasta que puedan transportarlo al teatro de operaciones!
«En dos, tres o cinco años evaluaremos si necesitamos trasladarnos e iniciaremos las conversaciones oportunas», dijo Ward en noviembre al diario El País, restándole importancia a la actual ubicación de AFRICOM.
Hasta el momento las autoridades locales de Rota se muestran desconcertadas con el hecho de convertirse en un brazo de AFRICOM y afirman que no han sido consultadas al respecto.
No obstante, la portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Rota, María Eva Corrales, asegura que a la alcaldía lo que le interesa es la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos, y si AFRICOM contribuirá a ello «sería bienvenido». Sin embargo, reconoce que en los últimos años muchos locales han perdido su trabajo en el recinto militar: de 1 600 plazas laborales en 1999 ahora solo quedan unos 1 040.
En tanto, para que el comando cuente con la base gaditana, es necesario que el Ejecutivo español dé su aval, y hasta ahora no ha sido conclusivo al respecto. El asunto puede estar atascado, como las relaciones de Bush con el gobierno español —no obviemos que trató de impedir la participación de José Luis Rodríguez Zapatero en la Cumbre del G-20.
De todos modos, Bush pronto dejará la Casa Blanca, pero AFRICOM se quedará, y una nueva etapa de las relaciones entre Washington y Madrid pudiera convertir finalmente a Rota en base logística del comando. También el incremento de las tropas de EE. UU. en este punto de la geografía española pudiera beneficiar a la nación europea que en sus intensos esfuerzos por impedir la llegada de inmigrantes africanos no deseados, ha reforzado su presencia militar en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, fronterizas con Marruecos.
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