En febrero de 2017, apenas asumió la presidencia, Trump apareció en Time con su rubia cabellera despeinada por una fuerte ráfaga de viento y los papeles volaban a su alrededor… A más de un año de aquella imagen, en abril de 2018, Tim O’Brien volvió a pintarlo sentado ante su escritorio en el Despacho Oval, pero el agua cubría el buró y la palabra Stormy (Tormentosa) lo acompañaba, precisamente cuando el FBI había allanado la oficina de Michael Cohen y encontraban el pago a Stormy Daniels. En agosto, ya el agua inundaba el salón presidencial y una cabeza que no se ve en el dibujo apenas sobresalía. La pregunta es si habrá una cuarta… ¿ahogado o salvado?