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BEIRUT, octubre 23.— La guerra de Israel contra Hezbolá se extiende con la intensificación de nuevos ataques y el asalto a Tiro, la ciudad portuaria del sur del Líbano declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, para la que el régimen sionista también ordenó la evacuación, y donde el ejército israelí afirmó que había atacado los «centros de mando y control» de Hezbolá.
Al Jazeera también ha reportado una noche muy violenta en los suburbios del sur de Beirut, la capital libanesa, donde contabilizaron unos 17 ataques israelíes en unas tres horas y el Ministerio de Sanidad libanés anunció un balance preliminar de una persona muerta y cinco heridas. Las zonas atacadas fueron al-Laylaki y Haret Hreik, y seis edificios fueron destruidos y un apartamento específico fue atacado en una zona llamada Jnah.
En el enfrentamiento de Israel con Hezbolá, en las últimas dos semanas, el movimiento de resistencia libanés ha lanzado sus proyectiles a ciudades, como Tel Aviv, en el centro del país, y la importante y estratégica ciudad portuaria de Haifa, en el norte, donde se localiza la principal base naval de Israel, hay presencia militar allí y refinerías de petróleo.
Al Jazeera también informa que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se preparaba para finalizar su visita a Israel en Tel Aviv y en el cielo sobre el hotel donde se aloja se podía ver humo, aparentemente de un proyectil interceptado. Según las informaciones, Blinken y Netanyahu negociaron la respuesta a Irán.
Hezbolá dijo en un comunicado que sus misiles impactaron en una fábrica militar en los suburbios de Tel Aviv. No hubo confirmación inmediata por parte de Israel. Esos bombardeos de cohetes casi diarios han vaciado comunidades en todo el norte de Israel, desplazando a unas 60 000 personas.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su profunda preocupación por los civiles atrapados en la continua invasión terrestre de Israel en el norte de Gaza y Farhan Haq, funcionario del Programa Mundial de Alimentos de la ONU informa de «niveles desgarradores de muerte, lesiones y destrucción». Israel ordenó la evacuación total del norte de Gaza, y se estima que quedan 150 mil personas en la zona sitiada.
Middle East Eye detalla que las tropas israelíes van de escuela en escuela en Jabalia y áreas cercanas para sacar por la fuerza de sus hogares a civiles palestinos desarmados, hambrientos y asediados, mientras la campaña militar para limpiar étnicamente el norte de Gaza se acerca a su tercera semana, al amparo de fuertes ataques aéreos y bombardeos de artillería.
Grandes fuerzas terrestres israelíes atacan directa y sistemáticamente las casas y edificios utilizados como refugios por familias desplazadas, obligando a todos a salir a punta de pistola.
Los edificios, incluyendo las escuelas y casas de la ONU, son posteriormente arrasados o quemados por soldados israelíes para impedir que la gente regrese. Luego, las tropas separan a los hombres de las mujeres, antes de llevarlos a humillantes interrogatorios de campo y secuestran a muchos de ellos en lugares desconocidos.
Las mujeres y los niños se ven obligados a dirigirse al sur del campo de refugiados de Jabalia. Algunos fueron bombardeados y asesinados, mientras huían, según informes de los medios de comunicación.
El saldo total de víctimas durante 383 días de agresión israelí contra la Franja de Gaza ascendió a 42 792 muertos y 100 412 heridos, informaron las fuentes sanitarias en este enclave costero, citadas por Palestine Chronicle.
