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Varios políticos eslovacos y líderes extranjeros condenaron el atentado contra la vida del Primer Ministro Robert Fico. Autor: AFP Publicado: 16/05/2024 | 05:32 pm
BRATISLAVA, mayo 16.— Eslovaquia parece estar al borde de una guerra civil, advirtió su ministro del Interior, tras el intento de asesinato del primer ministro Robert Fico el miércoles, quien recibió varios disparos en la ciudad oriental de Handlova, donde presidía una reunión de trabajo, por parte de un partidario del partido de oposición que actuó por motivos políticos, según el viceprimer ministro Robert Kalinak.
El ministro del Interior, Matus Sutaj Estok, advirtió que el país estaba «al borde de una guerra civil» por las tensiones políticas, y las redes sociales están llenas de «comentarios de odio» tras el ataque, añadió.
Mientras tanto, según Kalinak, que habló con los periodistas fuera del hospital de la ciudad de Banska Bystrica, donde Fico fue sometido a una cirugía de urgencia, «la incapacidad de aceptar la voluntad de una parte del público, que a algún grupo no le gusta, es el resultado por el que han trabajado hoy», publicó RT.
Fico, un nacionalista y euroescéptico, asumió el cargo el año pasado, después de que su partido Smer-SD ganara las elecciones parlamentarias en septiembre. Prometió poner los intereses de Eslovaquia en primer lugar, incluso en la cuestión altamente polémica del conflicto de Ucrania. Su negativa a proporcionar más armas a Kiev contrastaba marcadamente con el gobierno anterior.
Su victoria fue una derrota para la Eslovaquia Progresista (PS), que sufrió un segundo revés electoral en abril.
Según la publicación, Fico ha arremetido contra los comentarios provenientes de partidarios de la oposición, particularmente aquellos molestos por su menguante poder y también había acusado a algunos medios de comunicación de avivar las llamas. «Espero que esta frustración se vuelva tan intensa que podría conducir al asesinato de uno de los principales funcionarios del gobierno», había advertido.
Muchos políticos eslovacos y líderes extranjeros han condenado el atentado contra la vida del Primer Ministro, entre ellos el presidente ruso Vladímir Putin, quien dijo que el líder eslovaco era un «hombre valiente y de espíritu fuerte» y que, con suerte, esas cualidades lo ayudarían a superar la crisis.
Entre los primeros, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien en la red X condenó «en los términos más enérgicos» el atentado y trasladó «a nombre del pueblo y Gobierno cubanos, nuestra solidaridad y deseos de pronta recuperación».
Asimismo, los primeros ministros de la región del Benelux, el belga Alexander De Croo, el neerlandés Marc Rutte y el luxemburgués Luc Frieden, se mostraron «consternados» por el atentado sufrido por el jefe del Ejecutivo eslovaco, calificado por el belga como «un ataque a la democracia».
También se pronunciaron el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez y el primer ministro de Portugal, Luis Montenegro; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, dijo Telesur.
El segundo de Fico, Tomas Taraba, dijo que su cirugía fue un éxito y que se espera que el primer ministro se recupere, aunque la emisora TV Markíza, citando a «fuentes fiables» del centro sanitario refieren que la vida de Fico sigue en peligro, tras la difícil intervención quirúrgica para tratar las heridas de bala que sufrió. El diario SME aseguró que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Filip Kuffa, ha declarado que Fico está en situación estable.
El Consejo de Seguridad y el Gobierno celebraría este jueves una reunión de emergencia y varios miembros del Ejecutivo de izquierda nacionalista y ultraderecha han asegurado que «se trata de un ataque con motivación política».
En el país se han recrudecido las protestas multitudinarias contra decisiones controvertidas del Gobierno como el cierre de la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba a miembros del partido de Fico, y los planes para clausurar la radiotelevisión pública RTVS.
El presunto agresor, Juraj Cingula, de 71 años, aprovechó para decir mientras era llevado a comisaría a declarar: «No estoy de acuerdo con la política del Gobierno. La RTVS está siendo atacada y mucha gente está presentando la dimisión».
