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Fidel conversa con un niño durante un recorrido por el Nevado de Toluca, Estado de México, en 1956. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 15/09/2021 | 11:16 pm
Desde el inicio de su administración hace tres años, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que una piedra angular de la política exterior de México sería fortalecer nuestras relaciones con América Latina y el Caribe. En este esfuerzo, nuestra relación con Cuba ocupa un lugar especial.
La cercanía y afinidad política con Cuba al más alto nivel es una constante. El Presidente Miguel Díaz-Canel participó en la ceremonia de transmisión de mando del Presidente de México. Posteriormente, el 17 de octubre de 2019 realizó su primera visita oficial a México, ocasión en la que ambos presidentes confirmaron su voluntad de construir una relación de apoyo ante los retos actuales, con base en la solidaridad, la confianza y la amistad histórica.
La visita a México del Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, para participar como invitado de honor en la ceremonia oficial del Desfile Cívico-Militar del 16 de septiembre en el marco de las conmemoraciones de 200 años de la independencia y en la 6ta. Cumbre de Jefas y Jefes de Estados y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), marcará una nueva etapa histórica para estrechar la histórica y entrañable relación que ambos países mantienen desde el inicio de su vida independiente.
En México se recuerda con orgullo la presencia de destacados luchadores cubanos por la autodeterminación y la libertad, como el pensador, poeta, filósofo y jurista José Martí, o el reconocido líder Fidel Castro, presencia enriquecedora que nos deja un legado ejemplar por la dignidad y la búsqueda de un destino propio. No es casual que México haya mantenido tradicionalmente una relación sólida con Cuba. Después del triunfo de la Revolución, fue el único país de América Latina que no rompió relaciones con Cuba tras su exclusión de la OEA en 1962.
Por ello, el fortalecimiento de vínculos que nos hermanan con la Mayor de las Antillas, una de las naciones más cercanas y queridas para México y los mexicanos, era necesario para que nuestro país volviera a ocupar el lugar que le corresponde en Cuba y en el Caribe. Hoy podemos afirmar que
México está nuevamente presente en la Isla como en sus mejores momentos. Hemos logrado un renovado acercamiento que muestra resultados tangibles.
Ante la aparición de la pandemia por COVID-19, junto con las graves afectaciones a los sistemas de salud y las actividades económicas que nos ha impuesto la emergencia sanitaria, México —comprometido con la causa de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba— dio muestra plena de solidaridad con este país hermano.
Esto abre un abanico de oportunidades para incursionar en nuevas áreas de colaboración. Por ejemplo, la reciente suscripción del Acuerdo de Reconocimiento entre Autoridades Regulatorias de Cuba (Cecmed) y de México (Cofepris), instrumento que permitirá facilitar contactos directos entre autoridades de ambos países para intercambiar información respecto de la armonización de la reglamentación farmacéutica y las necesidades/existencia de medicamentos, con la posibilidad de adquirirlos en uno u otro país.
¡Y qué decir de la cultura! Con pocos países México comparte una identidad cultural como con el pueblo cubano. Nuestros países han formado, desde siglos atrás, un patrimonio de alcance universal que ha sido factor para dar impulso a nuestras relaciones culturales y dar continuidad a un diálogo que se construye a través de los puentes de solidaridad entre ambos países. Juntos estamos impulsando el reconocimiento de nuestro querido género musical, el bolero, como «patrimonio cultural de la humanidad». Además, este año tendremos el placer de tener a Cuba como «país invitado» del Festival Cervantino
(*) Subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos
