Los cuerpos de seis de las ocho personas que aún se encuentran en el isla volcánica de Nueva Zelanda fueron recuperados este viernes en una operación de alto riesgo.
La operación, realizada por personal de la fuerza de defensa y especialistas de múltiples agencias, fue catalogada por la primera ministra Jacinda Ardern de increíblemente difícil.
Los expertos en actividad sísmica pronosticaron, el día anterior, que el volcán tenía una probabilidad del 50-60 por ciento de volver a entrar en erupción en 24 horas.
Ardern manifestó que las autoridades sintieron el deber de cuidar la recuperación de los cuerpos para entregarlos a sus familiares, aunque reconoció que la reunificación no aliviará esa sensación de pérdida y dolor.
Al principio se especuló que los seis cuerpos eran de australianos, pero la mandataria advirtió que era demasiado pronto para dar la confirmación.
Los australianos eran mayoría en el grupo de 50 turistas de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Alemania, China, Gran Bretaña y Malasia que se encontraba en la Isla Blanca al momento de la repentina erupción.
El número de fallecidos aumentó ayer a 14, cuando ocho personas murieron por sus heridas en el hospital, no obstante la cifra pudiera llegar a 16 si se concreta la ubicación de dos víctimas hasta ahora desaparecidas.
Un total de 21 personas permanecen en unidades de quemaduras en todo el país y de ellas, 11 están en estado crítico.
El volcán Whakaari, que significa Isla Blanca en maorí, es el volcán de cono más activo de Nueva Zelanda y un popular destino turístico, que cada año recibe más de 10 mil visitantes.
Los expertos en actividad sísmica pronosticaron, el día anterior, que el volcán tenía una probabilidad del 50-60 por ciento de volver a entrar en erupción en 24 horas.
Ardern manifestó que las autoridades sintieron el deber de cuidar la recuperación de los cuerpos para entregarlos a sus familiares, aunque reconoció que la reunificación no aliviará esa sensación de pérdida y dolor.
Al principio se especuló que los seis cuerpos eran de australianos, pero la mandataria advirtió que era demasiado pronto para dar la confirmación.
Los australianos eran mayoría en el grupo de 50 turistas de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Alemania, China, Gran Bretaña y Malasia que se encontraba en la Isla Blanca al momento de la repentina erupción.
El número de fallecidos aumentó ayer a 14, cuando ocho personas murieron por sus heridas en el hospital, no obstante la cifra pudiera llegar a 16 si se concreta la ubicación de dos víctimas hasta ahora desaparecidas.
Un total de 21 personas permanecen en unidades de quemaduras en todo el país y de ellas, 11 están en estado crítico.
El volcán Whakaari, que significa Isla Blanca en maorí, es el volcán de cono más activo de Nueva Zelanda y un popular destino turístico, que cada año recibe más de 10 mil visitantes.
(Tomadod e PL)