CIUDAD DE GUATEMALA, agosto 12.— El candidato Alejandro Giammattei, del partido de centroderecha Vamos ganó las elecciones presidenciales en Guatemala con un margen de 20 por ciento de diferencia sobre su contrincante Sandra Torres, de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
El «eterno candidato», como era conocido Giammattei, por haber intentado llegar a la presidencia por más de una década, obtuvo cerca del 59 por ciento de los votos contra un 40 por ciento aproximadamente que consiguió Torres, reportó Telesur.
El proceso de segunda vuelta del domingo transcurrió con baja afluencia a los centros de votación (35 por ciento de asistencia) de los más de ocho millones de guatemaltecos convocados a las urnas, y denuncias de irregularidades por presunto «acarreo de votos» (traslado de votantes de una zona a otra), dijo Telesur.
En la primera vuelta —marcada por la violencia, el asesinato de candidatos, así como por la denuncia de fraudes—, la candidata Sandra Torres obtuvo el 25,74 por ciento de los votos emitidos y Alejandro Giammattei alcanzó el 13,89 por ciento. El vuelco con la segunda vuelta permitirá a Giammattei gobernar durante el período 2020-2024.
Giammattei, de 63 años de edad, de posturas conservadoras y postulado por cuarta vez a la presidencia sin éxito alguno, alcanzó esta segunda vuelta electoral con la promesa de «poner mano dura a la corrupción» y la promesa de encarcelar a su contrincante.
Su cargo público más polémico ha sido el de director del Sistema Penitenciario entre 2005 y 2007, durante la presidencia de Óscar Berger. En septiembre de 2006, 3 000 policías y militares trataron de recuperar el control de la cárcel de Pavón, y resultaron muertos siete reclusos. El Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig) denunciaron a Giammattei en 2010, cuando pasó diez meses en prisión y luego quedó en libertad y sin cargos en contra.
El presidente electo, quien también es médico cirujano, está a favor de la pena de muerte y de tratar como «terrorista» a todo el que perpetre ataques contra los servicios públicos.