TEXAS, marzo 6.— El lunes, en una cárcel para inmigrantes situada en la ciudad de Dilley, en el estado de Texas, 15 bebés fueron puestos en libertad junto a sus madres, días después de que defensores legales presentaran una queja ante el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Uno de los bebés tenía apenas cinco meses de edad, publicó Democracy Now.
El medio alternativo señalaba que todas las madres con bebés que fueron identificadas por el proyecto Dilley ProBono dijeron que sus hijos presentaban algún problema de salud. La cárcel en cuestión está dirigida por la empresa privada de gestión de prisiones CoreCivic y posee un historial de denuncias de negligencia médica. Se cree que al menos otros dos bebés permanecen recluidos en lo que voces críticas han denominado durante mucho tiempo una «cárcel de bebés».
Estados Unidos es conocido en el mundo por tener no solo la masa carcelaria más grande del mundo (aproximadamente 2,2 millones de presos), sino también por tratar a los inmigrantes de maneras a veces autoritariamente apocalípticas. Y esta vez se conoció que no solo encarcelan niños y adolescentes, sino hasta bebés.
Coincidentemente, en Nueva York, la activista Patricia Okoumou fue puesta bajo arresto domiciliario por protestar contra la política migratoria de Donald Trump, informó Democracy Now en otro artículo del martes.
A Okoumou, un juez le ordenó entregar su pasaporte y usar una tobillera electrónica que permite monitorearla, tras una audiencia celebrada el viernes por, presuntamente, haber violado las condiciones de su liberación, pues fue arrestada en julio pasado después de que escaló la base de la Estatua de la Libertad para protestar por la política de separaciones familiares de inmigrantes establecida por el presidente Donald Trump. Además, fue acusada de invasión de propiedad ajena, interferencia con las funciones de una agencia gubernamental y desorden público.
Hace dos semanas, fue arrestada nuevamente en Texas después de subirse a un edificio de la compañía Southwest Key —empresa que administra centros de detención de menores migrantes—, para protestar por esos encarcelamientos, lo que provocó una audiencia, llevada a cabo la semana pasada, por violar los términos de su libertad bajo fianza.
Patricia Okoumou será sentenciada a finales de este mes de febrero por los cargos de Nueva York, cuando formaba parte del grupo Rise and Resist, que protestaba contra la política «tolerancia cero» del presidente Trump y desplegó un cartel desde la estatua que decía: «Cierren el ICE» (en referencia al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos).